—¿Me amas?

—Claro que te amo, ¿acaso lo dudas?

—Pues no parece

—¿Por qué dices eso?

—¿Por qué digo eso? Revisé tu celular cuando te metiste al baño, Leonardo. Sí, lo hice. Cambia esa cara de molesto porque no tienes derecho a estarlo.

—Te he dicho muchas veces que no toques mis cosas, Elena.

—¿Es enserio? ¿Ahora me vas a venir con eso? ¿Sabes qué? Hasta aquí llegamos. Chau.

—¡Elena! espera, déjame explicarte.

—¡¿Qué cosa me vas a explicar?!

—Por favor, baja la voz, la gente nos está mirando.

—¡No me importa si la gente nos mira!¡Que se enteren que eres un perro infiel y miserable!

Elena y Leonardo terminaron su relación aquel día, 14 de febrero, a las nueve de la noche, luego de salir del hotel. Aquella tarde habían tenido un almuerzo y una charla romántica en un restaurante carísimo, y luego fueron a un hotel de cinco estrellas. Esa noche ambos lograron romper su récord de tener sexo seis veces seguidas en un solo día, pero también habían roto la confianza y su amor.

Fue su último 14 de febrero juntos.

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