Recortes infraordinarios del autobús

Recortes infraordinarios del autobús

Casilda Poe

05/01/2023

PRIMERA PARADA

La señora sube nerviosa al autobús. Se sienta y agarra con ambas manos, ajadas y con las uñas rotas y descuidadas, el bolso de polipiel desconchado. Hay un esmero en su torpe desaliño. Jersey de lana deslucido y falda gris. Coleta estirada en melena corta levemente grasienta. Manos que retuercen el asa del bolso. ¿Qué desencanto esconden sus ojos desolados?

SEGUNDA PARADA

El jovenzuelo sube lanzado al autobús. Se sienta. Cascos y móvil. Lleva un corte de pelo a la moda, con dos grecas cruzadas en la nuca. Pantalón de chándal y camiseta apretada. Tatuajes en los brazos con la historia familiar: Yony, cruz, 2000-2016; Letty I love you; un tigre, un escudo, te quiero mama, rosas, caligrafía árabe. Horror vacui en los brazos. ¿Vida al filo del vacío?

TERCERA PARADA

El hombre sube inquieto al autobús. Traje Máximo Dutti y Rolex de imitación. Comprueba la hora, ajusta el traje. Cartera de cuero impecable. Se agarra a la barra. Traga saliva. Perfume de Hugo Boss. Aroma a incomodidad en sus ojos. Vuelve a mirar el reloj. Rostro lampiño. Cabello rubio, lacio, precalvicie. Frenazo que contiene a tiempo con una certera tensión muscular. Traga saliva. ¿Por qué ha cogido un autobús atestado?

CUARTA PARADA

La mujer sube con parsimonia al autobús. Es una mujer bolsa. El plástico de supermercado impide ver sus leggins negros, su forro polar agranatado. Hispana en la ciudad blanca. Encuentra un asiento vacío. Móvil en mano alerta a la señora de que llegará tarde,… las colas, sabe… Sin esperar respuesta, entra en Facebook, circulan por sus dedos las fotos familiares, las niñas de sonrisa cordial. Mira por la ventanilla, suspira en calma. ¿Qué pensará de este lado del charco?

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