Enseñame…

a respirar después de que el río se ha desbordado.

Al salir del colegio, solo pienso en la enorme vergüenza que he pasado, cuando la profesora me llamó la atención por el corazón que escribí en la pered del salón, junto a mi banca, con tu nombre y el mio. Llamó la atención de todos los compañeros, me regañó con voz alta por pintar en la pared, y allí, frente a todos, me ordenó  limpiar.

Lleno de pena y sintiendo tu mirada a mi espalda, limpié con mis manos. 

Alguien me ofreció una servilleta de papel, para hacerlo mejor. 

Bueno… Ahora ya sabes que me gustas, pero no esperaba que fuera así.

El silencio envolvió mi mente, y sentado, durante la clase, un torbellino me llevó a un mundo paralelo.

Sin decir palabra, salí del salón a la hora de costumbre, y salí  del colegio deseando no haber vivido aquel momento.

Enseñame…

Enseñame a oir la armonía en  el  sonido en el caos.

¿ Cómo volver mañana ?

No quiero enfrentarlo.

Pero será algo que tendré que vivir y luego pasará…

Enseñame a formar un mundo en el que todo está bien.

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