RESACA(Infraordinario)

RESACA(Infraordinario)

Se han ido. La soledad ha devorado el salón. En ocasiones la mínima palabra provoca corrimientos de sillas y terremotos de despedidas. La mecha de un “como” ha detonado un “tú”, hiriendo su olvido, dejando metralla en mis políticos invitados. Solo sabe hablar de paja y tortedades ajenas.

Ella ni si quiera me ha besado con odio. Nos hubiéramos acostado como otras tantas Nochebuenas y el último trago habría hecho el resto. Abro la botella de whisky barato del escuálido aguinaldo; voy a hacer un trío con ella y los restos de turrón. Con lo que nos debe podría haber tirado el estudio por la ventana, comprar toallitas de limón y disparar un par de corchos. La prorrata de la extraordinaria solo ha llegado para entremeses y espumoso. Mi única participación me ha premiado con salud.

El hielo llora en la densidad de la graduación. En la estantería se acumula la correspondencia. Una campanada me empuja a leer; el villancico de los vecinos a seguir bebiendo. Solo se acuerda de mí, el primo emigrado, la óptica y la dentista de la avenida. Tengo unas caries invisibles. Su tarjeta de visita termina en el patchwork de las sobras.

El fisco me manda sus condolencias meses después. Hacienda somos casi todos, salvo las pulgas, los cristianos y los monárquicos. Un vaso de tubo, tres piedras y un océano sin malta. Trato de enfocar mi astigmatismo a la búsqueda del resultado. “A ingresar 2,56 euros”. “¡Será posible!”. Han vuelto a equivocarse de nuevo bailando una cifra en las retenciones. Del nueve al cero y pido cita en la delegación más cercana, si los datos me lo permiten. El veintiocho presentaré alegaciones. Encuentro en el cajón el certificado para acompañarlas. Veo borroso, quizás tengan razón.

Enciendo la televisión. Intuyo los canales en el mando a distancia. El artista de moda canta en playback la canción del momento. No puede ser de otra manera si lo acompaña de un baile aeróbico. Ni siquiera la escucho, tampoco lo hago las siete veces que suena a las horas en punto, durante mi jornada de trabajo en el taller. La octava muere al salir por la puerta.

El barco de la botella va a encallar en cualquier momento. Hace un rato que he naufragado en el sofá. Donde caben dos, duerme uno. Somnífero sin receta con agua. Sueño con el mensaje navideño. Cuando amanezca no recordaré nada.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS