Era la tardecita de aquel domingo de descanso … tenia mi estufa encendida, mientras observaba el fuego chispeante en plena combustion de la madera .Su sonido crujiente despertó de pronto a Mimí ,un tanto perezosa de su siesta se desperezó con un clasico saludo al sol gatuno . Mientras se estiraba , sus garras se abrían para ser afiladas en la alfombra ya raída del estar.
Su mullida cama qué , aún tenía su forma de bolita estaba tibia … y un par de pelos fueron a parar al fuego quemándose en el acto casi imperceptible a la vista de alguien poco observador .
Me distraje del escenario hogareño , cuando un estruendo seguido de una fuerte y repentina lluvia dejo en silencio el sonido del fuego . Puesto que el techo era de chapa , solo me concentré en cada gota que caía con fuerza sobre el mismo .
Asustada por la tormenta , entró por la puerta de la cocina Cleo…toda mojada y temblorosa! . Sacudió su abundante pelaje enfrente de la estufa mientras las gotas caían en un tronco hecho braza … evaporandose al instante , tss tss tss…
Ni bien terminó de secarse , vió la pequeña cama vacía de Mimí … y no dudó en poner sus patas embarradas en ella ! , dando vueltas como perro al echarse se acomodó en la forma redonda que estaba marcada por Mimí .
La lluvia cesó , y volví a concentrarme en mi libro y en el sonido del fuego que tanto disfruto … con la gata en mi falda, miré a cleo acicalando su maltrecho pelaje …
Me senti plena en esa tarde típica de Domingo invernal en casa .
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