Infraordinario: Las calles invisibles

Infraordinario: Las calles invisibles

Las casas de Talaieta tienen la impronta de quienes las diseñaron. Siendo todas diferentes –color, materiales- ocupan cada una de ellas la misma longitud de acera. Diríase que colocadas sobre una balanza romana, con sus cimientos y pequeños jardines, pesarían exactamente lo mismo. Tendrían el peso de lo armónico, de lo sobrio llamado a perdurar. Uno puede mirar al mar y hundirse en la melancolía. Si se miran con detenimiento esas construcciones, puede sentirse la vida, poblada de silencios, protegida; en permanente y misteriosa eclosión. He tenido que cambiar de barrio y me he fijado en muchas, muchísimas casas antes de descubrir que la calle en la que crecí es hermosa.

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