Tengo que comenzar diciendo que : no es una fotografía vieja, pues mi madre es mi presente, tal vez no esté llena de magia, pero aquí esta la historia que quiero contarles.

La vida me regaló a una madre llena de fuerza, de ilusiones y esperanza, oriunda de morelia, de un pueblo llamado patzcuaro, mis abuelos, gente de campo, trabajadores y humildes, le enseñaron a ser, gente de bien, honesta y pura, también a cocinar excelente, ha soportado la partida de mi padre, pues a mis once años ya no pudieron estar más tiempo juntos, cada día la veía llorar, más ella no se daba cuenta, y a mis ojos, siempre se mostró fuerte, inquebrantable, llevando a mi hermano y a mi, siempre como su todo, le podría entregar cada parte de mi, y aún así no le pagaría cada vez que ella estuvo ahí para nosotros, el amor que guarda, siempre será para mi padre, y aunque ella no lo acepte, aún lo sigue amando, sus ojos brillan cada vez que el viene a vernos, y los ojos nunca mienten, quisiera que ella fuera eterna, que me siguiera mostrando su andar, que aunque ahora es más lento, siempre es firme y hacia el sol, puede que un día ella se marche, puede que la muerte la reclame, y se que aun podré sentir su amor en mi corazón, ese amor que llena el mundo, que será infinito y eterno.

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