CON VERSOS CONVERSO

CON VERSOS CONVERSO

Garven Sullivan

14/09/2019

Naturaleza


Soy llanuras y montañas

Soy pasto de praderas,

Soy brisa fresca en la mañana

Soy la lluvia en primavera

Soy los bosques divinos

Que esconde este paisaje,

Soy los campos de olivos

¡Oh! ¡Soy desierto salvaje!

Soy la sinfonía de los mares

La mejilla roja de la aurora,

Emano amorosa minerales

Soy ama de la noche tejedora

Soy la geometría de una flor

Soy también la ira de un volcán

Que de un turbio sueño pudo despertar

Vociferando llamaradas de dolor

Soy el hilo del tiempo

La historia y el recuerdo,

Soy el ovillo y filamento

Y me tejo a cada momento

Soy substancia y vida

Soy sabio ímpetu,

Razón y espíritu

Llegada y partida

Soy cielo y tierra

Planetas y galaxias,

Soy dinamismo y ataraxia

Soy naturaleza.

Poema a la Divinidad Creadora


Asomas desde lo ininteligible

¡Oh causa primera, idea impensable!

Inmaculada luz indescriptible;

Es tu amor puro e inconmensurable.

Honradas sean tus leyes

Sublime sea tu perfume

Pura bondad, rey de reyes

Luz que nunca se consume.

Deshaste de mis oídos

Pues, quiero yo escuchar

Tu santa música sonar

Prescindiendo del rüido.

Inferioridad


Aveces me pregunto:

¿Qué sentido tiene mi vida? O ¿Cuánta vida tiene mi sentir?

Si apenas soy un niño dormido

Una lucecita que reniega de apagarse

Un amanecer que no ilumina porque aún no puede encontrarse y volver a renacer del olvido.

¿Qué hay más allá de la forma?

Intuyo lo ajeno de este mundo

Realidad que se transforma, deforma

Y desaparece en cuestión de medio segundo.

Mas cada tibia mañana

me abandona el recuerdo,

Incauto muerdo el anzuelo

Y dejo morir otro sueño.

Así de tristes son mis días

Rozando lo vulgar y lo hermoso,

Me poso en mi sauce muerto de melancolía

Esperando un milagro de a sollozo.

Y con espanto me percato

Lo fútil que es esperar y esperar

En mi ancla de espera me ato

Y otra vez me hundo en el fondo del mar.

Pero, ¿Para qué matar mis penas si muero yo en el intento?

Me niego a caer muerto por ignorancia,

Pagaré la cuota a esta estancia

Si he de morir que sea contento.

Poema de esperanza



La rutina que te caza en casa echado en el sillón, o te encuentra pobre, desnudo en una disco mendigando un poquito de calor.

Sientes el hastío que deja en tu boca mal sabor, te invade de repente una reveladora sensación y percibes el vacío que gobierna tu vida y tu corazón.

¿A dónde van tus pasos ciegos?

En este caos interior que se proyecta hacia afuera

Cuando queda lejos la primavera

Tu alma se solidifica en frío hielo

Desconecta de la red que te inyecta

Altas dosis de puro nihilismo,

Te afecta aquello que te infecta

Efecto del triste materialismo…

Cultiva la flor de las virtudes

Y no habrá tristeza en tu corazón,

Son maestros escondidos las vicisitudes

Que sólo enseñan una valiosa lección

Escucha a la voz interior pues esta es la correcta,

Como dijo el sabio Jung quien observa hacia afuera sueña

Y quien mira hacia adentro despierta

Mi pena



¡Dejad que mi pena pose libre a orillas del tormento en el valle del olvido!

Dejad que se encuentre y dé razón a su condenada existencia.

¡Pobre pájaro que posee alas pero desconoce cómo volar! No sabe cómo hacerlo.

Ahora yace en su jaula triste de barrotes invisibles.

¡Que nadie lo mire! ¡Que nadie le dé de comer!

Siento vergüenza de su constante vagabundeo; de su búsqueda incansable de aquello que se pierde en la insensata inmediatez.

Alimentadlo y me condenareis a una muerte desgarradora.

Pues me comerá de a bocados rápidos y me dijerirá lento, muy lento…

Y aunque no parezca, autosuficiente es su naturaleza: construye su sombrío nido en la soledad, ¡mi soledad!

Y como si eso fuera poco, se alimenta de mis sombras. Absorbe mi pobre melancolía, dejándola seca y agria.

Se ha vuelto tan insensible al punto de construir su nido usando mis anhelos y recuerdos, robándome mi pasado y mis sueños, resguardandose del frío con ellos; dejándome desnudo y sin alma.

Con la mirada fija de un búho se la pasa acechándome cual buitre; huele mi triste carne desde lejos.

Ave siniestra que goza de la más repugnante vanidad, pues a mis espaldas alardea de ser yo su presa más frágil.

Dejad que en paz la violenta ventisca del tiempo se la lleve. ¡Que no quede ni una minúscula pluma!

Que se desvanezca en el silencio, dejad que se desdibuje en el horizonte.

Le ruego al hado que no permita nunca más que su triste canto deambule por el viento. Le ruego así, el más estricto exilio eterno.

Romance

Agradezco a la vida

el haberte conocido,

Le agradezco por haberme cruzado en tu floreado camino

Divina magia la del Kosmos, y su creación,

Espléndida luz que crea seres como tú,

Que nos bañan con su amor

Jamás has de envejecer,

Eternamente feliz

Quiero verte sonreír

Y como una flor en su jardín, sin arrancarte

Quisiera por siempre cuidarte y verte crecer

Son buenos tus presagios,

Verte sonreír es magia

Cuando la alegría se contagia,

Tu presencia me salva del naufragio

Heredera de la paz

Suave lluvia en mi desierto,

Pequeña flor en libertad

Haces que sueñe con los ojos abiertos

Eterna flor dibujada por el viento,

Hoy los planetas se alinearon, no es casual;

Yo llevo siglos esperando este momento

Muerte es el tiempo,

Pero tus encantos enseñan a vivir,

Los ángeles gozan de la más dulce alegría

Cuando te oyen reír

Pese a esta burda y adsurda locura de existencia, no existe regalo más bonito que el de tu presencia.

Mis dias



A dónde van los días

Paseandose borroneados

Una difusa melancolía

Los tiene mal dibujados

Yo camino sin avanzar

Aunque mucho me mueva

Vacío de lunas nuevas

Sin estrellas que contar

Sin monto que apostar

Despacito me voy a leva


Cardioterra



Colosales infraestructuras de cemento y metal pueblan la antigua piel de la tierra, con los ojos clavados en el cielo me pregunto:


¿Oyen incluso su agitada respiración

oscurecida por el palpitar incesante

de la tenebrosa máscara de crisis

que gobierna la superficie interior o mejor, la interior superficie de la humanidad?


Tose asfixiada la conciencia de nuestra

Madre, a causa del nocivo humo

que producen fábricas y pueblos

sometidos a la vana y grosera

materialidad que reina su existencia.

Se diluye en la cumbre del olvido el canto

del poeta que murió sin ser escuchado

Llora el alegre ruiseñor al saber

que su canto está condenado a la más

sombría soledad.

Aun así, vuela mi esperanza

a los cielos del mañana

Al enterarse mi corazón

De que todo converge

Cuando debe converger.

Es aquello un misterio

De que todo ya fue escrito,

Sin certezas pero en cada pálpito

Intuyo que todo será por fin un jardín y no un cementerio.

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