Naturaleza
Soy llanuras y montañas
Soy pasto de praderas,
Soy brisa fresca en la mañana
Soy la lluvia en primavera
Soy los bosques divinos
Que esconde este paisaje,
Soy los campos de olivos
¡Oh! ¡Soy desierto salvaje!
Soy la sinfonía de los mares
La mejilla roja de la aurora,
Emano amorosa minerales
Soy ama de la noche tejedora
Soy la geometría de una flor
Soy también la ira de un volcán
Que de un turbio sueño pudo despertar
Vociferando llamaradas de dolor
Soy el hilo del tiempo
La historia y el recuerdo,
Soy el ovillo y filamento
Y me tejo a cada momento
Soy substancia y vida
Soy sabio ímpetu,
Razón y espíritu
Llegada y partida
Soy cielo y tierra
Planetas y galaxias,
Soy dinamismo y ataraxia
Soy naturaleza.
Poema a la Divinidad Creadora
Asomas desde lo ininteligible
¡Oh causa primera, idea impensable!
Inmaculada luz indescriptible;
Es tu amor puro e inconmensurable.
Honradas sean tus leyes
Sublime sea tu perfume
Pura bondad, rey de reyes
Luz que nunca se consume.
Deshaste de mis oídos
Pues, quiero yo escuchar
Tu santa música sonar
Prescindiendo del rüido.
Inferioridad
Aveces me pregunto:
¿Qué sentido tiene mi vida? O ¿Cuánta vida tiene mi sentir?
Si apenas soy un niño dormido
Una lucecita que reniega de apagarse
Un amanecer que no ilumina porque aún no puede encontrarse y volver a renacer del olvido.
¿Qué hay más allá de la forma?
Intuyo lo ajeno de este mundo
Realidad que se transforma, deforma
Y desaparece en cuestión de medio segundo.
Mas cada tibia mañana
me abandona el recuerdo,
Incauto muerdo el anzuelo
Y dejo morir otro sueño.
Así de tristes son mis días
Rozando lo vulgar y lo hermoso,
Me poso en mi sauce muerto de melancolía
Esperando un milagro de a sollozo.
Y con espanto me percato
Lo fútil que es esperar y esperar
En mi ancla de espera me ato
Y otra vez me hundo en el fondo del mar.
Pero, ¿Para qué matar mis penas si muero yo en el intento?
Me niego a caer muerto por ignorancia,
Pagaré la cuota a esta estancia
Si he de morir que sea contento.
Poema de esperanza
La rutina que te caza en casa echado en el sillón, o te encuentra pobre, desnudo en una disco mendigando un poquito de calor.
Sientes el hastío que deja en tu boca mal sabor, te invade de repente una reveladora sensación y percibes el vacío que gobierna tu vida y tu corazón.
¿A dónde van tus pasos ciegos?
En este caos interior que se proyecta hacia afuera
Cuando queda lejos la primavera
Tu alma se solidifica en frío hielo
Desconecta de la red que te inyecta
Altas dosis de puro nihilismo,
Te afecta aquello que te infecta
Efecto del triste materialismo…
Cultiva la flor de las virtudes
Y no habrá tristeza en tu corazón,
Son maestros escondidos las vicisitudes
Que sólo enseñan una valiosa lección
Escucha a la voz interior pues esta es la correcta,
Como dijo el sabio Jung quien observa hacia afuera sueña
Y quien mira hacia adentro despierta
Mi pena
¡Dejad que mi pena pose libre a orillas del tormento en el valle del olvido!
Dejad que se encuentre y dé razón a su condenada existencia.
¡Pobre pájaro que posee alas pero desconoce cómo volar! No sabe cómo hacerlo.
Ahora yace en su jaula triste de barrotes invisibles.
¡Que nadie lo mire! ¡Que nadie le dé de comer!
Siento vergüenza de su constante vagabundeo; de su búsqueda incansable de aquello que se pierde en la insensata inmediatez.
Alimentadlo y me condenareis a una muerte desgarradora.
Pues me comerá de a bocados rápidos y me dijerirá lento, muy lento…
Y aunque no parezca, autosuficiente es su naturaleza: construye su sombrío nido en la soledad, ¡mi soledad!
Y como si eso fuera poco, se alimenta de mis sombras. Absorbe mi pobre melancolía, dejándola seca y agria.
Se ha vuelto tan insensible al punto de construir su nido usando mis anhelos y recuerdos, robándome mi pasado y mis sueños, resguardandose del frío con ellos; dejándome desnudo y sin alma.
Con la mirada fija de un búho se la pasa acechándome cual buitre; huele mi triste carne desde lejos.
Ave siniestra que goza de la más repugnante vanidad, pues a mis espaldas alardea de ser yo su presa más frágil.
Dejad que en paz la violenta ventisca del tiempo se la lleve. ¡Que no quede ni una minúscula pluma!
Que se desvanezca en el silencio, dejad que se desdibuje en el horizonte.
Le ruego al hado que no permita nunca más que su triste canto deambule por el viento. Le ruego así, el más estricto exilio eterno.
Romance
Agradezco a la vida
el haberte conocido,
Le agradezco por haberme cruzado en tu floreado camino
Divina magia la del Kosmos, y su creación,
Espléndida luz que crea seres como tú,
Que nos bañan con su amor
Jamás has de envejecer,
Eternamente feliz
Quiero verte sonreír
Y como una flor en su jardín, sin arrancarte
Quisiera por siempre cuidarte y verte crecer
Son buenos tus presagios,
Verte sonreír es magia
Cuando la alegría se contagia,
Tu presencia me salva del naufragio
Heredera de la paz
Suave lluvia en mi desierto,
Pequeña flor en libertad
Haces que sueñe con los ojos abiertos
Eterna flor dibujada por el viento,
Hoy los planetas se alinearon, no es casual;
Yo llevo siglos esperando este momento
Muerte es el tiempo,
Pero tus encantos enseñan a vivir,
Los ángeles gozan de la más dulce alegría
Cuando te oyen reír
Pese a esta burda y adsurda locura de existencia, no existe regalo más bonito que el de tu presencia.
Mis dias
A dónde van los días
Paseandose borroneados
Una difusa melancolía
Los tiene mal dibujados
Yo camino sin avanzar
Aunque mucho me mueva
Vacío de lunas nuevas
Sin estrellas que contar
Sin monto que apostar
Despacito me voy a leva
Cardioterra
Colosales infraestructuras de cemento y metal pueblan la antigua piel de la tierra, con los ojos clavados en el cielo me pregunto:
¿Oyen incluso su agitada respiración
oscurecida por el palpitar incesante
de la tenebrosa máscara de crisis
que gobierna la superficie interior o mejor, la interior superficie de la humanidad?
Tose asfixiada la conciencia de nuestra
Madre, a causa del nocivo humo
que producen fábricas y pueblos
sometidos a la vana y grosera
materialidad que reina su existencia.
Se diluye en la cumbre del olvido el canto
del poeta que murió sin ser escuchado
Llora el alegre ruiseñor al saber
que su canto está condenado a la más
sombría soledad.
Aun así, vuela mi esperanza
a los cielos del mañana
Al enterarse mi corazón
De que todo converge
Cuando debe converger.
Es aquello un misterio
De que todo ya fue escrito,
Sin certezas pero en cada pálpito
Intuyo que todo será por fin un jardín y no un cementerio.
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