Sendai

Día y mes

13 y marzo

Domingo de sombra de pico alto

Soyozal:

Necesito escribir

Poner mi cabeza en la distancia del sistema

Domingo de 2011

De Hola, buenos días (para quien no sabe) y para mí De buenos tiene poco o nada

Domingo de los domingos míos de consideraciones y recuerdos

Voy a obsequiarte el amor de mi vida a lo Florentino Ariza

Con la pretérita costumbre de las entregas de inmortalidad entrañadas en la correspondencia

Con los dejos poéticos de mis ánimos aún presentes para quien es mi propia Fermina Daza

Soyozal/ Eres

Domingo/ Azul grisáceo

Necesito distraerme/ A muerte

Extravío/ Unido al

Idilio/ Fuego voraz

Escucha

Ayuda

Es un buen día para saber, Soyozal. Me confieso sobre ti


I

Te guardo en las partes bonitas de cada historia

A lo largo del impulso nervioso

En los latidos luminosos de los luceros


El bosque te anuncia con sus instrumentos de signos y de viento

Un torniquete detiene el ocaso

A la noria de lazo rojo la mueve el río en el pecho

El pasto rechina llamando a los columpios

Las estatuas rotas recobran los brazos


Tiendo puentes desde el rabo del ojo

Pierdo el miedo eléctrico del pajarito desplumado

Y cruzo hasta llegar a tu infinito portátil

Alcanzo a jugar a las escondidas en los remolinos de tu cuello

Con brincos de rayuela tomo los atajos

Me siento en tu oreja a escuchar los océanos de las caracolas


Sobre las brazadas hacemos nuestra primera casita

Un patio en altamar alfombrado de conciertos

Una pajarera para los caballitos de mar

Un buzón para las botellas

Una fuente de horizontes

Un carrusel de vela


Es nuestra toda la ilusión sin usar en el espacio

Un estornudo de luz de una estrella

La luna de frío que tiembla en el lago

La atmósfera que llueve y llueve de la emoción

Los haces de luz encalambrados tocando el suelo


Yo me quedo en ti a prolongar el tiempo como un pétalo que elige su libro y su página


II

Tuve al conocerte la certeza

De que me detendría a un lado de la noche a sembrar tus gestos

Que de danzas recogería tus pasos amantes de la lluvia

Que harías un silbato con el tintinar del saco de canicas

Una sonata para burbujas

Una sinfonía en sol mayor para el campo


Acomodo tu nombre encima del viento

Las montañas se erizan de pinos

No logro ensillar mi asombro brioso

Hermosa eres como el pájaro que espera al poniente para su último vuelo

Como las cintas de luz que entran al bosque tupido para abrigar la flor

Como la mano extendida de un cedro pidiendo un nido

Podría ser un pez betta y vivir en uno de tus ojos

Planeo quedarme

Planeo en tus brazos extendidos

Se despierta mi mirada enorme de muchos peldaños

Oigo unas pisadas de tu pecho al mío

Y estreno las pertenencias venidas de tu voz

De tus manos que sacan aventuras de un sombrero

De la buena voluntad de la piel de tu cara


Tengo latidos como sílabas en mi boca arada para tus besos


¿Yo sin ti?:

Una nota de despedida en la cima de un ciprés

Unas cartas sin abrir dentro de una caja de zapatos

Un espejo en un sitio al que nadie ha ido

El Bienvenidos de un letrero en un pueblo radiactivo

Una flor que morirá sin ser vista

Un florero sin unos pétalos a los cuales salvar

Una semilla errante

Una campana enlatada

Un haz de luz a caballo

Un saludo a la memoria que se desvanece

Un enlace sin materia

Un temblor sin cuerpo

Una descarga de cólera sobre un delirio

Una herida que a veces se cierra para tragar grueso


III

Te llevo en la persona que apunta a lo alto y le dice al hijo:

De adivinanza en adivinanza las nubes se ensanchan

Te llevo en el niño que levanta los brazos y responde:

Te quiero de aquí al cielo

¿Y yo?

Yo también te quiero, muchachita con sombra de roble

Con presencia de marea alta

En el chorro abierto de las velocidades y las distancias

Sublime eres como el rocío sonoro de los cometas

Como el piar que demanda alas


El pie de la montaña halló tu andar en el centro de su cabeza

Y vuelvo a escribirte en la mañana del nuevo mundo:

¿Yo sin ti?:

Al teléfono la risa que llama del pasado

La perpetuidad mascándose a sí misma

Un algo dentro de un nudo

El rostro que me invento de alguien sobre quien me contaron

Un niño sepia arrinconado en los confines de una casa

Una casa desierta con olor a sangre y a sal

La esperanza que aguarda por el olvido

Una mesita de noche en el espacio sideral

Los hilos rotos de la luna ondulándose en el mar

Un colibrí aproximándose a una flor de plástico

Un salmón en un río en reversa

¿Cuánto volaría la gaviota sin viento?

En un espacio de señas que se quiebran de frío

De unos dentro de los otros los astros metidos

Segmentos de miradas idas eslabones de mi cadena


IV

Me dejaste una primera sonrisa con la que me he defendido en la vida

Que me basta

Me sobra

Que guardo junto a la llave del arroyo

Bajo un rectángulo de ladera

Hablan por ti mis días, Soyozal

Desde tus asientos de cine en la cima de nuestra montaña

Desde tus bocanadas que van bajo el agua buscando a quien salvar

Yo guardaba mi cordón umbilical en el puño y lo solté en el río

Te traje los brazos de adorar

Y los ojos de llorar riendo

Riego en mi garganta el nogal

Crezco a tu lado

Donante de destinos

Rastro de cabello recién lavadito

Luz con rayos de pestañas largas

Avioncitos de papel en el salón de clases

Pájaros en formación como un cosido en el ruedo del cielo

En un selvático idioma de exhalaciones

En una noche que parpadea cuartos crecientes

De miedos a punto de morir

Elementos con lenguaje de seda en la brisa

Acompañados de versos que desde pequeños ya rimaban

Con versos de joven que necesariamente deben rimar

Para esos alrededores tuyos de sistema estelar:

Es el besar ese tono de tus mejillas

Aquello que a procurarte me impulsa

Es de ansias por tus ojitos agua tibia

De los anchos surcos de la tierra negruzca

Que los encantos van de hojas coloridas

Y en pétalos los enigmas se ocultan


Por segunda vez me dieron a luz cuando volviste el rostro y me sacaste del mundo de al lado


Muchachita linda, maga del reciclaje de todo lo gris:

Desde que resido en tus manos

Desde cuando nacidos nos resultamos a los diecisiete

Te abrazo por tus aniversarios saltados

Te beso con la poesía en mi mente


V

Mi espalda sintoniza escalofríos

Atención, universo: ella está a punto de tomarme de la mano

Atención, maestro: música para esos ojos con capa de héroe

Para esa voz de botella mensajera que arrastra las anclas

Con el empeño de la luna nueva que envía señales con un espejito


Sus abrazos se quedaron a vivir

El del martes fue un Al fin te encuentro

Alguno ríe en su noche de leyenda

Otro llora de madrugada buscando ser consentido

Alimentado

Protegido

Uno se hizo flor

Otro muchas gracias

Música para esas manifestaciones que se quedan a vivir


Atención, universo, y sus fieles misterios

Atención, maestro, batuta con raíces y frutos de árbol regio:

Ya ella me tomó de la mano

Ya

Lo hizo


Y no olvido cómo se veía esa noche

No olvido cómo te veías esa noche

Un embudo atesora todo en mi almohada

A pesar de que ahora entran por mi puerta todos los japoneses

El viernes pasado comienza a apoderarse de mí


VI

El viernes atardeció primero el viento

Llevándose en su ocaso a los pájaros

El hambre del viento se los comió

El hambre se comió al mismo viento y a sí misma después

El mar llora porque lo empujan

Llora, mar

Llora más

Estás oculto y sin embargo sé por dónde vas

Vas llorando porque te empujan

Y yo igual te quiero, mar

Tú sólo cierra los ojos en tu paso por el jardín

Tú sólo ábrelos para dejar erizos en el limonero

¿Qué batalla se libraba en el centro de la Tierra?

Las bestias escapaban prendidas en fuego

Las bestias regresan vestidas de piel a su agujero

¿Quién cuidará de todo mañana?

Se me acaban las palabras

Se me acabaron las manos y los pies

Así que te dejo el pecho

Es un gesto por pedazos

Hazme un lugar

¿Por qué el viento no me llevó en su jaula sin sombra?

Llora, mar

Llora más

Luego trata de calmarte

No hay nada que perdonar


VII

Se columpia una baldosa donde antes estaba el suelo del planeta

Se hace un llamado a todos los vientres

A la voz que flota en la sopa de lata del desprotegido

No quiero hacerme feto y entrar en mis párpados

Me tapo los agujeros de la mirada

Estoy hilvanado a la mitad de un camino

A mis fotos de la cartera

Un roto caballo de madera dispersa piedras en las tráqueas

Mi voz pesa más que el cuerpo

El corazón lámpara de plata puja una luz sobre un derrame de tinieblas

Sobre las burbujas del lodo con las exhalaciones contenidas

Estirpes magnetizadas en el suelo

Estrellas marchitas de agua

La superficie tiene un frío de sepultura

Estoy perdido como la sombra de un avión

Entre el humo la flor desafiante esgrime su última espina

Nos comunicamos en clave con el aliento

No quiero los gritos que me dejaron aquí

Gritos que desgajan las campanillas

Ríos boca abajo encubren los abismos

Solfean las aves carroñeras vestidas de luto para la cena

Para el espantapájaros la burla en sus cuellos

Tres golpes de batuta en el atril retumban con los gritos que me dejaron aquí

El desconcierto corre y corre en la rueda de un hámster

No quiero amanecer en un olvido de telarañas y partículas

Ya no doy mucho más con las palabras

Tengo el pensamiento lijado

Mis ecos miopes palpan en la galaxia de las veredas vecinas

Y el resto de mí

En un olor de ojos fríos

En el asomo a la vidriera sombría

Manos sembradas y secas

El vaivén de vacíos

En la tierra aún inquieta


VIII

No me escuchen a mí

Escuchen a la voz que hace un llamado a todos los vientres

Estás que te derramas, Círculo rojo

Te contiene el rectángulo blanco de la bandera

Que con su pureza y paz te consuela:

Que se apague el Sol Naciente no dejaremos

A honrar muertes

A sumar brazos

Se sacudió el polvo de toda cosa al mismo tiempo

El mar sin su lazarillo tropezó sobre la tierra

Pero escucha, Círculo:

Vuela un lenguaje diferente

A tragarse un amperio como las luciérnagas

Armadura brillante de la victoria

En las latitudes que muerden

En pasillos de crujidos

El amanecer de mañana será condecorado con un pájaro

Escucha, Círculo:

No temas al estallido que pasea en bicicleta

Tocando su campanita de veneno

Escupiendo su humo de bengala

De la paleta del suelo la gota de sangre coronará a la grulla

Cultivaremos flores y casas de varias plantas

Vasos bombearán savia y arterias fraguarán concreto

Los órganos de la tierra expectoraron sus miedos

En latifundios sembrados de océanos

La armada de manos lanzará pétalos de despedidas

Ofensiva de aplausos

Emerge

Desembarca

Escucha, Circulo rojo:

A sumar brazos

A formar superhéroes frente a los tentáculos radiactivos en los vecindarios

Somos bombas de achique

El gallo que en su canto se desinfla con pasión

El pulso del árbol musculoso

El sonido enternecedor de la flauta del principiante

El niño que nace poro a poro

El pianista que le toca al viñedo

El jardinero que riega el fuego

La regadera amarilla y desteñida que recobra vida

Y los faroles nuevos en las esquinas más escondidas.

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