La nostalgia, qué nostalgia…

Hoy en la oscura noche intento desifrar el destino, intento desifrar el silencio, intento desifrar el anhelo, anhelo que me enbargaba al verte cada atardecer.

Palabras inconclusas, olvidos amargos. El final con el inicio, se encienden en luces bajo la sombra de la amargura, bajo la mirada de las golondrinas, bajo el lamento de las calles solitarias.

El viento ha de encargarse de lo imperceptible, el tiempo ha de encargarse de lo intangible, el olor nauseabundo de las noches de invierno, han de mezclar el aroma de extrañas fantasmas que vagan en la oscura noche.

Voy a saltar del bagón, voy a lugares inciertos, ya deje partir el tren a la ciudad, esta vez la fría noche acompañará el espíritu caminante.

Y quién diría que no tomaría el viaje, pero ya partió, camino entre el eco de mis pasos y melodías que endulzan el camino solitario.

Adiós, verano incierto.

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