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Rumia la vid el afán,
qué cuelga de prisa,
la uva fresca,
teme que la cortarán.
Cayendo del hilo,
no quiere soltar,
su sueño de vieja,
de años de amar.
Trepa afanosa,
pues busca brillar,
Que vean los ojos,
¡La belleza no se ha de cortar!
Qué ama la vid,
qué ama el amar,
qué suelten su sueño,
qué ella quiere amar.
Qué viña de valencia,
o de Alcalá,
sueña los vinos de su amada,
¡su amada que quiere amar!

Queriendo nacer al viento,
murió sin siquiera vivir,
cortada del alma el pecho,
latidos del Jazmín.
Soñando su deseo,
se aferró a su porvenir,
y terminó en malas manos
sollozo del jardín.
¡Diga algo jaspe!
¿qué tiene que decir?
si ya murió ella,
¡y solo quería vivir!
Conmemore paloma,
a la que murió,
que solo quedó el campo,
¡qué triste estoy yo!
Saque violeta,
un halo de lila,
que murió gardenia,
¡y solo quería vivir!

Llamaba a Malèna consejo,
sentaban corbatas,
colgaban Armanis,
y volaban pañuelos.
Roía a Malèna de huesos,
los sueños, suspiros,
recuerdos de armas y cielos,
¡general es su amor, solo un dueño!
Soñaban de piernas,
cabellos y ojos
multitud caballero,
que a estar se sentaba.
Cruzábase Malèna,
la pierna al fuero,
avión que volaba,
no tocaba el suelo.
Tocó la bella cayó,
pegaban las manos,
rasgaban vestido,
¡se desnudaba Malèna!
¡Oh Malèna la dulce!
oh Malèna la bella
mande usted almirante
¡que vengo yo de alicante!
¡Oh tierna Malèna!
¡oh Malèna la amada!
mande usted almirante,
¡que yo quiero ser amante!

¡Preste rama verolís!
sirva espiga al pico
guitarra al llanto
¡y sol a la nube gris!
¡Cuelgue espora de Madrid!
cama al soñador
tejido al abrigo
¡y fuerza al verolís!
¡Rompe canto ruiseñor!
sirva refugio al llanto
agua a la hoja
¡y blanco a la nube gris!
¡Abrace caña verolís!
brote de las esporas
reine el blanco
¡y se vaya el gris!
¡Preste rama verolís!
amor a mi amada
deseo a sus brazos
¡y que sea por mí!

Canta sabina de la sabana,
ruida que toca el ruidor,
filos que son redondos
muecas que saca el señor.
Canta en cuatro Sabina,
caja de soñador,
trina y chillo, los dos chillamos,
¡cantamos sabana oh dios!
Suena Sabina,
y canto yo,
mueca se desvanece,
y se cabanga el señor.
Toca Sabina ahora,
saca a su señor,
sácale ya la lágrima,
¡tonada del desamor!
Canta violín Sabina,
cántale a tu señor,
trínale al cielo y a este,
¡ya no lo quiere su amor!

Se hornearon mis panes
y brotaron sus mieles
soltaron sus olores
¡se fueron a mi alma!
Olores dulces,
olores frescos,
menta jovial que sonríe,
¡anís que calla y solo ama!
¡Canta el cielo y canta el alba!
tibia canela tus manos,
leche fresca tus labios,
¡canta el cielo y canta el alba!
¡Ay que bellos olores!
trigo veraniego,
miel y cebada,
¡cómo me embriagas!
¡Alimentas tú mi cuerpo!
me llenas el alma,
¡Son los olores que tanto quiero!
¡son los olores que tanto amo!
¡Canta la lira y canta el arpa!
¡son los olores de mi bella!
¡son los olores de mi amada!

Lano, lanugo,
bellito blando,
bellito puro,
brillo, brillito blanco,
más blando y más puro.
Abres tú de brazos,
de sedas,
olor a lavanda,
piel serena,
amo tu blando, bellito lanugo.
Cual fresco cariño
blandos tus brazos
amores tiernos y puros
¡Amo tu brillito, blando lanugo!
alma mía,
tú mi blanco,
brillo,brillito blando,
¡Lano lanugo!

Poma clarín Almería,
suena pétalo colgar,
tono en tona dá valería,
¡pues este tu hogar!
Cuelgas tú Almería,
más suenas a la mar,
redoble escuche Santore,
¡y la Dorela del manzanal!
Tumba clarín la helada,
aún pétalo pide a la mar,
jazmín salitre el coral,
¡Poma clarín, fuerte raigal!
jara la candor,
que te quiere y te quita,
querer te quiere aún quitar,
¡tu jaspe alcanfor!
¡Poma clarín Almería!
suena la maja,
brota pistilos tu tonada,
¡tono entona dá bulería!

Ay la María,
la qué de Navarra,
baja domingos con lluvia
¡qué traiga paraguas!
Sol a María,
a lá de Navarra,
canícula ya ruiseñor,
¡deja de mojarla!
Qué María es la santa,
que pinta bajando a Navarra
ay que bella niña
!María la santa¡
ay que hermosa ella
que bajando a Navarra La pinta
mojándose a veces La niña
¡ruiseñor y La santa María!

Y habiéndola yo visto,
Pidiendo agua con una vasija,
y con brazos vencidos,
¡decidí amarla sin ser visto!
Y sabiéndola yo buena,
arcilla sencilla de inocencia,
ojos de cierva en la pradera,
¡quise quererla aunque doliera!
Le rejunté yo los brazos,
y la armé con paciencia,
la vi desde lejos,
¡la amé aunque muriera!
Pero nunca toqué su vasija,
la sentí frágil y sincera,
y la llenó en otros brazos,
¡la perdí aunque estuviera!
Y no la moldeé en mis manos,
ni le dije que era hoguera,
ni la acompañé en la pradera,
¡me hirió mucho aunque es buena!
Y habiéndome yo visto,
cansado y sin mi cierva,
ya con brazos vencidos,
¡me rendí aunque ella era!
Y sin verme ella,
me perdí por mi inocencia,
la esperé en las laderas,
¡no corrí aunque quisiera!
Y quise amarla,
y quise quererla,
y nunca lo hice,
¡no lo hice aunque muriera!

¿Dónde estás amada mía?,
¿dónde estás?
Te busqué en el columpio
y se mecía solo;
en la banquita de bambú,
la brisa no traía tu perfume.
¡Oh amada mía! ¡Oh amada mía!
¿por qué ninguno de tus cabellos,
está enredado en la cama de cipreses?
Ahora mismo, está saliendo una barca,
tiene una bandera lila, ¡y se dirige a una tierra blanca!
¡ven conmigo amada mía!
decídete ahora, ¡y amemos de por vida!
¡pero corre amada mía!
¡corre a toda prisa!
que ya se está yendo la barca,
y a saber si vuelva.
¡Solo corre amada mía!
¡solo corre a toda prisa!
toma en tus manos tus sandalias,
y si en el camino te preguntan,
diles que vas a ver a tu amado,
¡diles que vas camino a la vida!
¡Solo corre amada mía!
¡solo corre hasta el muelle!
yo te espero en la banquita de bambú,
donde se sientan los enamorados.
¡Solo corre amada mía!
¡solo corre a toda prisa!
que ya se está abriendo una rendija en el cielo,
el sol se pone, ¡es el último anuncio de partida!
Si quieres deja tus sandalias, amada mía,
para que puedas sostener tu vestido,
y así corras más a prisa.
Sabes tú, amada mía,
en la tierra blanca, los campos nacen sin espinas
y los enamorados, aman de por vida.
¡Solo corre amada mía!
¡solo corre que se nos va la vida!
con el sol se va el día, y con la barca nuestro sueño.
¡Solo corre amada mía!
¡solo corre a toda prisa!
en la nueva tierra plantaremos una viña,
y recogeremos nuestros frutos.
¡Solo corre amada mía!
¡solo corre hasta la banquita de bambú!
de aquí yo te cargaré hasta la barca,
¡de aquí cruzaremos el mar!

Amada mía, bella mía,
queriéndote hoy
y desde el primer día.
Fúlgida, limpia, alma mía eres tú.
tersa, purpura, persa y también hebrea,
templo eres de dos mundos, del tuyo y del mío.
Amada, querida, siempre pensada,
te pienso noche y día, amada mía.
¡Oh tú, bella mía!
paloma de castilla, pico de los montes julianos,
alas cubiertas de mirra,
ojos serenos como el mar caspio,
¡Oh tú, amada mía!
tibia y almendrada,
cálida es tu piel, tornasol tus colgantes,
¡Oh tú, bella mía!
cálida, dulce, llena de esperanza,
de esperanza me llenas tú, al ver tus higueras,
Abundantes, completas, sinceras,
que abundantes son tus higueras, amada mía,
que completa eres tú y tu cosechas, bella mía,
que sincera eres tú y tus palabras, amada mía.
Cascadas, manantiales, ríos,
fluye tu tersa voz mis caudales
y me hace sentir en paz.
Flores, plantas, arboles,
de tus raíces, reverdecen mis hojas.
Paz, alma mía, alma paz,
llenas de azul mi cielo,
mientras siembras jazmines, hortensias y claveles.
Amada mía tú, amado tuyo yo,
bella, hermosa, alma mía eres tú,
amada, querida, eres tú mi paz.
Alma mía eres tú y también mi paz;
¡Oh tú, amada mía!
Alma mía alma paz.

Cantado valiente
nuestro himno campante
canta Morientes,
¡canta raigales!
Torrente que toque,
clarinete que marche,
cante valiente,
¡que marcha teniente!
Canta marchante,
himno errante,
canta la marcha,
¡himno madrigal!
Himno a teniente,
que va a ver a su amada,
himno a valiente,
¡teniente Madrigal!
Ame teniente,
ame su amada,
amen valientes,
¡himno Madrigal!

¡Oh que a tierra vengo!
dícese del agua buena,
que canta en Albacete Romero,
¡bajo agua cero!
Oh hágase deseo,
que Albacete violeta,
asome nube silueta,
¡que un manchego es bolero!
Violeta la paz,
purpura silueta,
traiga a romero poema,
¡canción para manchegos!
Pasare el aguacero,
traería purpura soneto,
graves, agudos y suaves,
¡versos que cante romero!
A bella violeta,
verso soneto le pide,
Chavelazo Romero,
¡a su amada la poeta!

¡Oh Málaga sol!
tú perla veraniega,
oh estación biznaga,
¡andaluza ataviada furor!
¡Canta Málaga canta!
que vacas ordeñan,
leches tus montes,
¡cuelgan tus hatos de plata!
¡Hilo cielos!
reverbero Solier,
cante Pérez,
¡también Montiel!
Málaga eterna,
cabanga las telas de abeja,
¡dancen torres!
mosaicos,
cruces,
¡ y prueben miel!
¡Mira cielos Málaga!
traiga corbata de Ortiz,
Fernando llame Francisco,
¡y Palma con este que Hidalgo!
¡Oh costa primavera!
sueño per se,
batallones a canta cielos,
¡mirada siempre con miramientos!
¡Oh Málaga tu ayer!
fue la arena epopeya,
talón para Aquiles tus encantos,
¡tú la llíada primera!
Puerto, ¡aleluya oh en lo bajo!
zarpe olé,
el hispano,
¡y también lusitano!
Málaga amada,
cara cielo,
ternura cantada,
¡labriega la tonada!
¡Oh cúpula concepción!
río a ti,
tan verde jardín,
¡amor huraño!
¡Oh Málaga bella!
¿qué más que Larios?
por calle transeúntes,
y casa adentro,
¡algunas veces rosarios!
¡Oh cántico a la Victoria!
que reina es,
misma que antes y ahora sola,
¡virgen antes y después!
¡Oh Málaga bella!
ya la pacífica y blanca,
que cadenas rompiere antaño,
cual desarmada en su año,
¡y que tanto monta no monta mucho!
¡Oh Málaga soy!
y Málaga es,
mi amada malagueña Teresa,
dos amor de mujer y hogar,
¡habían de ser!

Óigame a oír,
que no soy ruán ni ruin,
oiga que tal,
¡yo no soy ese tal Ruiz!
Óigame a oír,
yo soy de aquí,
pues yo de Granada,
¡ese tal de Madrid!
Óigame a oír,
cojan al pillo tal,
que con trajes y labia,
¡roba en Granada!
Óigame a oír,
tráiganlo aquí,
que se llevó a mi amada,
¡es ese tal Ruiz!
Óigame a mí,
que yo soy decente,
y cuido a mi amada,
¡yo soy un Madriz!

Igual que se funda
que si ya fundida,
si igual le toca,
aceptar golpe martillo.
Igual brasa en boca o espalda,
que de tanto fuego y golpe,
al final lo acepta,
y ya no dice nada.
Igual el buen uso,
que la buena voluntad de vaina,
que para ser herida,
¡es que fue forjada!
Igual caricia interesada,
que halago a su brillo,
si siempre acaba herida,
¡para guerra fue forjada!
Alma espada
o espada alma,
igual da lo mismo,
si espada siempre es herida,
¡en lo más profundo del alma!

Fren teáu naquenó tié necruz,
viene que si va o se queda,
al sol mediodía,
¡camina camina la luz!
Va y que va de camino,
más venga, vaya o se quede,
pasa igual la luz,
¡pasa y da gracias!
¡Ay que si no fuese de la cruz!
entonces extraña,
¡ay que si no fuese la luz!
entonces tampoco Sevillana.
Y de la cruz,
siempre oh la hortensia,
para que para la luz,
¡para dar gracias!
A la iglesia sin cruz,
pasa la luz y da gracias,
mi amada Luz Hortensia De la cruz,
¡tú mi amada sevillana!