Uno, dos, tres, nací
Aprendí a escribir,
a escribirte,
a escribirme.
Recuerdos, olvidos
poesía y alegrías
que llenan mi vida.
El horizonte de mis creaciones,
lleva a la orilla mensajes,
señales,
secretos.
En tres árboles
nace mi inspiración,
dejando las semillas del pasado
en los versos que no saben morír.
Oculta no está la magia,
en despiertos corazónes
que la buscan.
Mi interior suelta la fragancia,
que en acuarela
mi alma la recupera,
para que mis futuros versos
muestren la inocencia
de mis sentimientos.
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