Abrázame, déjame sentir tu cuerpo,
pegado al mío, apretando mis
huesos, dejándome frio,
sintiendo tus labios, besando los míos.
Besa mis labios, son como ríos,
prueba la miel que destilan,
hay barriles de vino, embriágate
con ellos, bésame, ven a mi nido.
Toma mi cuerpo, recorre sus vías
disfruta el dulce, ya casi germina,
la semilla da fruto,
la cosecha termina.
Arde mi corazón, las llamas
me queman, se enciende mi cuerpo
se derrite la cera.
Ven con tu leña, no traigas candela
solo besa mi cuello, tus labios me queman
se enciende mi hoguera.
Entra en mi pecho,
hazlo de espacio, penetra mis venas
ven dame un abrazo.
Desnuda tus manos, mi
viña arrasa, no dejes las uvas
el frio las daña
desnuda tus manos, desnuda mi alma.
Ya anochece, la vela se apaga
que caiga tu ropa, ven a mi cama
siente mi cuerpo, ardiendo en llamas.
Susurra el viento, el día ya viene
abrázame fuerte, de besarme no dejes
que se apaga mi fuego
mi corazón se detiene.
Te invito amigo a caminar
por los senderos inescrutable de la vida
entre dos se hace más corta la fatiga
que se encuentran al andar.
Si en el trayecto del camino
te poseo y te asfixio
no sigas, detente te lo pido
esto ya no es amistad.
No es amigo quien te absorbe
y te niega toda posibilidad
de ser y hacer como quieres
aprisionando tú libertad.
Si ves que al caminar
me aferro a tu persona
corre, huye, vuela
el apego encadena.
Si seguimos caminando
y superamos esta realidad
anulando todo apego
esto amigo mío, es amistad.
Amistad que alegra al alma
forjada en plena libertad
de dos amigos que se aman
en espíritu y verdad.
Quisiera darle riendas sueltas
a mis pasiones, decirte
que te quiero, dormirme
en tus brazos, sentir que me muero.
Siento envidia del agua que recorre
tu cuerpo, del aire que acaricia
tu cuello, de la brisa suave
que esparce tu pelo.
Quiero ser la almohada que recibe
tus sueños, la pijama que
en las noches cubre tu cuerpo.
Te veo y quiero besarte
nadar en tus labios sin
llegar a ahogarme, zarpar
a tierra sin nunca olvidarte.
Sentir tu mirada, morir
de deseo, sumergirme
en tu pecho, ser tu trofeo.
Quisiera gritarlo,
sé que no puedo,
abrazar tu mirada
sin ir al infierno.
Cuando siento tus brazos,
cercanos a los míos,
suspiro profundo,
me da escalofrío.
Deseo tu cuerpo,
deseo tu boca,
mirarte a los ojos,
quitarte la ropa.
Abrazarte bien fuerte,
meterte a mi alcoba,
arrullarte a mi pecho,
a merced de mi sombra.
Tomar de tu carne,
el sabor que enamora,
el color de tu piel,
que marca las horas.
El estruendo del viento,
que canta y llora.
llevarte en el tiempo,
entre luces y sombras.
Acostados en mi cama,
desnudos, sin ropa,
hasta que la muerte,
penetre mi alcoba.
Como poder sacarte de mis pensamientos
que viento huracanado te sacará de mi mente
quien me ayudará a no tenerte presente
como estrella fugaz verte pasar de repente.
Que ilusorio y pretensioso es creer que estas
si un fantasma es más real que tu presencia
porque cuando más cerca pienso que te tengo
me doy cuenta de que todo es una vaga ilusión.
Pretender aprisionarte a mi lado es mi utopía,
me es imposible retenerte, al pensarte inicias el vuelo
y caigo en la cuenta que no seré capaz olvidarte
porque mi mayor deseo y anhelo es tenerte.
Tan cerca estas y a la vez tan lejos
ciertamente como humareda esfumada
en la realidad de mi idea utópica
de mi recuerdo velozmente disipado.
Pero, en fin, ¿por qué me afecta?
si soy consciente de mi utópica ilusión
de que no puedo deshacerme de ti
ya que no te tengo como creí.
Torpe soy, torpe al engañarme
creer que es posible este pensar
si estas en una idea pasajera
que tan pronto viene se va.
Escúchenme ninfas hermosas
presten atención a mis palabras
se mueren los esbeltos versos
la casta y pura poesía se acaba.
Lloren, lloren conmigo los poetas
se han declarado en guerra las musas
ya no inspiran, no hablan palabra alguna
se mueren los versos, se quedan a oscura.
Lo anuncio, lo grito, no puedo callarlo
se mueren los versos, mueren paso a paso
lentamente agonizan, se mueren despacio
se mueren, se mueren hay que hacer algo.
¿Ves esa rosa que te envío,
en medio de las alas de este viento?
ella lleva mi nombre, mi voz, mis sueños
mis planes, mi vida, mis sentimientos.
En ella estoy yo, esta mi ser entero,
se parpan las espinas de mis desaciertos,
incrustadas en cada parte de mi cuerpo,
de mi historia, de mis ilusiones y pensamientos.
¡Ah, y esos rojos pétalos esbeltos,
delicados, suaves y tiernos!
a merced del otoño y el viento,
son solo mi corazón que en esa rosa impregno.
En ella va descrito mi pasado,
fielmente explicado mí presente,
ella te hablará de mi futuro,
de lo que en mi alma en verdad siente.
Esa rosa que hoy te envío,
es única, irrepetible en su especie,
para ella no hay otoño, ni invierno, ni verano,
solo una eterna primavera, esa rosa soy yo
Me enamoré de ti, sí, de ti me enamoré,
de tus ojos fulgurantes cual dos luceros,
de tu sonrisa, deleite de los dioses
de tus labios dulces y seductores.
Me enamoré de la ternura que destilas,
de la primavera encarnada en tu rostro,
del invierno que reflejan tus palabras,
del verano que en ti se torna otoño.
Me enamoré de tu piel suave y delicada,
del pelo que recorre tu cuello cada madrugada,
de tu mirada purísima, virgen y casta,
de tus manos frágiles de amor dotadas.
Me enamoré de ti como yo nunca imaginara
quedó mi corazón vulnerado ante tu semblanza,
frente a tanta belleza mi alma quedó extasiada
atraída por la voz dulce de afrodita quien llamaba.
Me enamoré de tí, sin tú darme esperanza alguna,
que alimentara este amor fortísimo y calcinante,
consumiendo lentamente todo mí ser a su paso
dejándome hipnotizado, de amor mendicante.
Me enamoré de ti sin ni siquiera darme cuenta,
de la tormenta que en mi desato este sentimiento,
tornando mis noches tranquilas y serenas,
en noches de desesperación, llantos y lamentos.
Me enamoré de ti, hasta exiliar mis pensamientos,
lanzándome sin provisiones a un perpetuo cautiverio,
donde la sombra de tu recuerdo me deja prisionero
en la perenne utopía de este amor que por ti siento.
Abrígame con tus brazos
te lo imploro amor mío,
aun así, no sea invierno
o no esté haciendo frío.
Abrígame de mis miedos
de mis dudas y desesperanzas
protégeme de mis desaciertos
de la tormenta que me embarga.
Acércate y cúbreme con tu cuerpo
date prisa, une tu corazón al mío
arrúllame con tus suaves manos
pues solo en tu amor yo confío.
Abrígame, aunque no sepas de qué
solo por ti deseo estar abrigado
sin importar si llega el otoño
o se está en pleno verano.
Abrígame no dejes de flirtearme
en esta perenne primavera
que no es frío el invierno
cuando tienes a alguien que te quiera.
Quisiera ser tu celular, tengo envidia de él,
cada día observo como se burla de mí,
me mira y con su sonrisa homicida,
grita no hay espacio para ti, conmigo es feliz.
A veces anhelo ser el, para estar todo el tiempo
a tu lado, ser tu presente, futuro y pasado, para
disfrutar las caricias que nunca me has dado.
Deseo ser el para recibir tus cuidados, ver como
te deleitas conmigo en tus manos, ser quien te
despierta con amor y agrado, y al caer la noche
ir a la cama contigo a dormir juntos abrazados.
Ansío ser él y al enfermarme verte preocupado
percibir tu angustia porque algo me ha pasado
apreciar el valioso tiempo que me has dedicado
tan solo porque soy tu todo, tu celular amado.
Tanto apetezco ser el, para estar contigo siempre
y viajar a todos lados, sentir tu mirada sobre mí
esté oscuro o claro, pero como no soy el, me doy
cuenta que no me has amado, que nunca te importado.
¡Tengo miedo!
miedo de mismo, de mis circunstancias
miedo de mi realidad, miedo de cantar, de soñar
tengo miedo de caminar, de fallar, de divagar.
¡Tengo miedo!
miedo de volar, de elevarme a las alturas,
miedo de caer en el vacío, miedo al sinsentido
miedo de encontrarme totalmente perdido.
¡Tengo miedo!
miedo a confiar y ser decepcionado
miedo a amar y no ser amado
miedo de entregar mi amor en vano.
¡Tengo miedo!
miedo a no ser comprendido
miedo a estar solo aun teniendo amigos
tengo miedo a explorar lo aun no conocido.
¡Tengo miedo!
miedo de llorar y no encontrar
quien recoja mis lágrimas, miedo
a apagar la luz que hay en mi alma
¡Tengo miedo!
miedo de luchar por algo imposible
tengo miedo a que, en el intento, pueda
yo paulatinamente morirme.
¡Tengo miedo!
miedo a lo absurdo y complejo
miedo a lo que paradójico
de todas mis emociones y sentimientos.
¡Tengo miedo!
miedo a conocer la verdad completa
tengo miedo a ir más allá de mis múltiples caretas
en fin, tengo miedo y eso es lo que cuenta.
Mamá, palabra tan hermosa y delicada
Balbuceada en los dulces labios de un niño
Cuando inundado de gran paz y de cariño
Se sumerge en la ternura del regazo maternal.
Mamá, amor tan inconmensurable y pleno
que destila tu inmarcesible y acendrado corazón
adornado perennemente con el sempiterno
melifluo y la ataraxia de tu inefable y bella voz.
Mamá, bondad del rey altísimo en la tierra
belleza plena de aquel que es verdad y vida
en cuyo amar mondo e infinito se refleja dios
a través de su bonhomía y su gran benignidad.
Mamá, mamá nombre sin igual e inexorable
tan sublime, tal alto, tan infinito y majestuoso
que destella fulgurantes rayos de luz incandescentes
adornando el universo con su hermosa iridiscencia.
Mamá, ninguna palabra, ningún significado
puede fielmente describir con exactitud su ser
ningún paradigma puede aprisionar su existencia
porque mamá es más que palabra, mamá es esencia.
Estos versos son para ti, que eres mujer, esposa, mamá
y amiga, a ti que eres ternura, alegría y paz,
a ti que eres reflejo inconfundible del Dios soberano
a ti madre que con gran fervor y bondad has amado.
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