el tiempo pareció detenerse
una oleada
de frío y calor
invadió primero
mis pies
después
subió por mis piernas
llegó a mi vientre
colmó mi panza
mi pecho
mi garganta
recorrió mis hombros
se deslizó por mis brazos
hasta la punta
de
mis
dedos
un dolor
agudo y punzante
atravesó
la boca de mi estómago
dejándome pasmada
sin aliento
paralizada
no creía
ser testigo
de lo que acababa de oír
el cuerpo
entumecido
fue cediendo ante una marea
espesa
incomprensible
ineludible
que se escurría
desde la nuca
hasta la mandíbula
colándose
entre mis huesos
dejándome sin aliento
otra
vez
los latidos
parecían seguir el compás
marcado
por el director
de una orquesta desquiciada
en el último show de su carrera
un zumbido sordo
dentro
de
mi
intenté mover mis labios
comprobar
que aún seguía viva
no pude
de golpe
el mar
estaba sentada
en una barca
apenas cabía
acorralada
por los vientos desafiantes
que daban cuenta
de una tormenta inminente
inmovilizada
«bueno» se escuchó
lejano
ahogado
sospeché que era yo
balbuceando
entre gotas de agua salada
di media vuelta
sacudida por el temporal
descubrí que mis brazos
rodeaban mi vientre
y
mi
pecho
estaba malherida
había dado la más difícil batalla
y había perdido
recogí
lo
que
quedaba
de
mi
y
partí
OPINIONES Y COMENTARIOS