ÚLTIMO INTRUSO DE LA NOCHE INVASORA

ÚLTIMO INTRUSO DE LA NOCHE INVASORA

Fran Nore

09/07/2019

Creo que me conozco perfectamente

la sociedad sólo me imagina

Trasciendo en mi sencillo vuelo de solemne orfandad

mis credos del descanso desgarrados en un grito moratorio

delirios de mi felicidad rebosante de amor

combustión posesa de éxtasis perpetuo creado del magma de tu lámpara marciana

para que sólo se abran las puertas de mis percepciones a la existencia noble de mis anhelos

Mi corazón sobrecogido por la miseria del mundo

practica sanamente las buenas creencias y los valiosos dogmas

aunque permanezca envuelto entre frases lúdicas

erigido en un imperio de telarañas de hilos de oro

ansioso por descifrar el laberinto de las extrañas composiciones y del sentimiento llamado amor que quiere sobre todo reconstruir los olvidos

La memoria devuelve las cartas ya escritas y leídas

La resonancia de los pretéritos

El tiempo fantasmal y silencioso que irrumpe en un aplauso general

y aterriza todos los convencimientos como un sumo pontífice empujado a la conquista de la grandeza de Dios

impactando el drama de La Historia y sus formidables aventuras

santificado en el recuerdo de la muerte que late cuando desploma logaritmos

viejas anécdotas fotográficas

Vivo absorbido en un parnaso de intimidades

abrazado a los fabulosos tentáculos del pulpo de la vida

atolondrado por la codicia

y engrandecido de esfuerzos desgastados

en torno a laberintos sin salida

que espero cruzar sin que nada ni nadie me detenga

Sometido de sí mismo y persecutor de la noche poderosa que continúa su marcha sobre las ciudades progresistas donde se comercializan códigos de venta

Dinero o sangre actual

La energía del presente abraza mi territorialidad

y a veces la separa con engañosos artilugios

Y mis deseos se vuelven contra mi exacerbación peligrosa y cotidiana

Esta energía inmediata se disuelve en una nube

Su Poder

Mi Ruina

Mi consternación

No soy ajeno a las burlas y a las lágrimas

A los sufrimientos y a las vejaciones

Sueño un orbe iluminado con chispeante viso de colores excelsos

A diario mi soledad me atrapa instantáneamente

Sensual y traicionera

haciéndome daño y atentando contra mi cotidianidad

Invadiendo mis intenciones

Sobreviviendo con la última leche que sale de mi organismo vibratorio

Protegiendo mi gobierno interior finalmente unificado por la democracia de mi colérico y fuerte deseo

De sopetón escucho los sonidos de las calles derrumbadas

donde transeúntes precipitados provocan manifestaciones entre la bruma de los caseríos

invocando acordes estremecedores que asoman a los cuatro vientos

Intento atrapar un mágico secreto aferrado a la misteriosa jaula de las sensaciones que diluvia panfletos incendiarios

Icebergs y glaciales tormentosos entre sorpresivos rayos gamma de muerte

Termino reducido en mi encarnadura rósea palpitando en la plataforma musical del tiempo y el espacio en sinfonía con lo inesperado

Marcho entre llamaradas

Genial locura fenecer de fervor divino

Extinguirse en un parpadeo fugitivo de alabanza hacedora y armoniosa del ego del universo

En la distancia fulgura el flamante y ardiente sol sideral

nacido en países de fuga

y estremecido en el cielo despedazado

Mi vuelo desbocado que viene del gran Madagascar

Calcinadas mis alas por meteoritos precipitados sobre la caótica tierra

Me desplomo a la confusión avecinada sobre el mar con su plancton devorador

Cuarzos xerofíticos en cenizas dispersas mientras una gigantesca boca se traga el tiempo terrestre

Explosión de imaginación humana

Tenuemente el ahora asoma sus recuerdos de alegre juventud

Encuentro algo de paz

Un consuelo iracundo

Dentro de mí llueven meditaciones sórdidas

y ya se resquebraja la voz de mis florecientes sueños


Regreso extraviado de una galaxia perdida a millones de años luz de mi fuero interno que gravita por el cosmos de la resignación del hombre que soy alejado de los elementos míticos

como un hipnótico animal en la soledad del olvido

Abismos azules surgen de mis locas emociones

En dulces afanes por llegar ignoro adónde

Recreando una medida

Un silencio vertiginoso

La edad de mi destino cruel

sus días deslizantes de roja savia

Mi cuerpo serpentea acordes de ensueño

Galaxias de febriles hilos escurridizas a mis tentativas

de difusas horas en un Cosmos de variaciones prismáticas

Desde las hondas selvas rugiendo como un dios en ignición

soñando la reconciliación de las razas

La vibrante música la ejecutan seres que aman

Viaja a través del viento y llega a mi estancia solitaria donde amo la soledad cual melodía que ciertamente me hace olvidar los sonidos revoltosos

Soy una soterrada y amoscada máscara oscura que no agrada siempre pero que expresa algo de mí

mis símbolos míticos

mis resplandores de supernova

Forzado a pernoctar en cualquier parte del mundo cual efigie extraviada

apresado en territorios de ignominia

Aprisionado por melancólicas y memoriosas historias enjauladas

agotado con un grito en la voz

desde mi falansterio demencial

Esperando que nada turbe y espante mi extra solar territorio

Frágil como la capa de ozono

náufrago de imágenes extraviadas habitando fondos alterados

Supongo que me he dado cuenta de lo confortable que es estar de pie sin dormir

Hago un plano general con tu mirada para aterrizar mis convencimientos

Mi gran intento hollywoodiano por ser

inagotable fuente de mis alegres recuerdos

En las noches me despierto añorando un ardiente beso

Entre las sombras me suelo esconder y no me vuelves a ver

quizás sólo un instante entre las fosas del menguante

Soy el errante Amante llevando a cuestas los recuerdos distantes del ayer

Aúllo nostálgico y por mi flanco herido

los aviones pasan como lluvia de estrellas

Veneno y miel sobre mi epidermis

En una página escribo nombres próximos a la desesperación

En una barcarola de neón traída por el viento

Susurro urgentes palabras


No podré olvidar si pienso en ti a cada instante

Encenderé el algoritmo de las reminiscencias

Se alza una torre blanca en la lejana ciudad de cristal

allá vibrante el viento saluda

digno de la vida que no puedo rehusar

su futuro amoroso anima la ilusión de tenerte cerca

El viento que como una melodía nómada viaja a través del ansioso espíritu de La Creación

Logro retener el aroma de tu silueta nocturna

Fugitivo sabor de luz

Pero mi destino sigue roto

aunque recibo un rayo protector

Y me convierto en corro de pájaros migrantes

En escarlatina y escultural efigie moldeada

mientras el sol sale los domingos en la pantalla de la televisión


De nuevo por estos lados

anochece de súbito

y la oscuridad extiende un manto de perdón sobre todas las cosas humanas

Pronto avistaré un nuevo horizonte

y mi carne en clamores lúbricos

en éxtasis de extenuación

tiembla su grito bestial

abre las puertas de la pasión

su labia amada que alimenta mis ansias

que tienta a que ladren los fantasmas de mi alma


La fría y estrellada noche emisaria

Presencia mágica de las sombras

Un profundo precipicio es su silencio que llena mi truculento sino

Miro a lo lejos a través de la ventana

Fulguran fogatas de flamas ardientes

Los leños que crujen chispeantes se vuelven minúsculos tizones extendidos a lo largo de los incendiados caminos

Un cometa vagabundo y desterrado es mi patria y ahora brilla en las dunas cósmicas donde asoma un reino emergente de las profundas peñas

Arribo a campos fugados como un astro estremecido que cubre el cielo imponente

Y mi cabeza desbocada salpicada de fiebre da giros y giros

Danzo sobre el plasma de los oráculos como un nictálope de alas caídas mientras el satélite blanco plateado ilumina con raro fulgor

y trae una bandada de pájaros desplumados

Sensual y acercándose con su última leche selenita

de su gobierno interior

unificado por las fronteras del Cosmos

La luna es un país sin democracia sobre el pináculo más alto de La Vía Láctea

Un continente de bosques de roca sideral anidando gárgolas de hiedra

en cuyos espinos calcinados emergen bólidos holocausticos

Contra la superficie de microbios lunares se confunde su plasma acuático

Habitando el subsuelo la celeste brisa del origen

Las estrellas distantes iluminan Sotavento

Fulguran señales ardientes de humo en medio de los alcores rocosos

Voces de animales inexistentes

Entre las grietas salamandras doradas

Cuarzos estremecidos

Árboles xerofíticos en cenizas extendidos a lo largo de las cavernas

La luna es morada sobre los médanos y sobre las rocas sin tiempo

La luna llena su luz de plata cual cántaro repleto de agua

Su acorde y su brillo de ensueño


Cargo mi anacrónica historia escrita de fantasías engañosas

Así mis impresiones siempre vuelven a mí por intermedio de mis palabras y de mis imágenes dionisíacas

arrebatos de medianoche

metamorfosis de mis sentires como águilas

de mi paciente silueta en espera que recuerda que queda el vacío

la paralela ruta

mi ánfora rota

mi astrolabio en pedazos

mi zapato colorinche desfragmentado

y esta magra vislumbre de ciudad tenebrosa donde vivo mi disolución

mi poderosa glorificación

mi pobreza y sus fetiches


Amo lo que existe dentro de mí y dentro de ti

sagrado fuego aéreo mortem

La antropología erótica de tu piel

Delicada tela

Fina y ligera

y exquisita como la vaporosa seda

Magia cromática que trato de retener en mi Ciudad sin leyes

Aparatosamente surcan los carros vertiginosos en las avenidas y en las ondulantes calles

Intento sostenerme en las verjas de los hostales

En el inmenso cirro grisáceo de smog iluminado por las lámparas de los edificios

La ciudad extiende su vasta telaraña laberíntica de alambres y de cables

de postes y de hierros entrecruzados

de muros de concreto amalgamado

de aceros alineados e indestructibles

Los puentes como caracoles sin fin me atrapan en sus redes de color triste

Y los transeúntes en movimiento acelerado por entre los túneles de las calles

o caminando por el viaducto del metro subterráneo

impregnados de extrañas cavilaciones

llevan sus pasos por las esquinas de los bulevares

por los andenes de las construcciones y por los pasillos de los centros comerciales

Danzan congestionados en mi entorno como hormigas atristadas de color blues

Parecen cronopios de alas caídas formando aquelarres desconocidos

cruzando las avenidas polvorientas con el semáforo en rojo

Aturde mis oídos el cercano océano de autos que vibra entre los paredones de los callejones

Me anega un sentimiento de aturdimiento

Después arremeten las voces de promociones de mercaderes ambulantes

De los universitarios que piden libertad y justicia

De los obreros impregnados de suciedad y que nada reclaman

De las descarnadas mujeres vergonzantes

De las bandas de delincuentes armados con puñales y en desvelo envueltos en las polvaredas del progreso

Turbas precipitadas vienen ya de las fulgurantes comunas populares

se extienden congestionadas por los citadinos paraderos

Apiñados ojos sin cara

caras sin ojos

observándose mutuamente mientras son empujados por el afán de estar pronto

Cada vez más gente desconocida que se afana por llegar a sus casas o a sus lugares de trabajo cruzando terrenos de tribulación por las losas de la ciudad viscosa

deambulando como seres insondables y desamparados entre la vigilia fiestera de las cantinas

arremetiendo contra los obstáculos interpuestos

inoportunos y gravosos entre lúgubres bocacalles

El mundo cambia ante sus miradas mientras se acercan a la embriaguez de las horas

a la terrible cotidianidad que viven enjaulados dentro de sus casas


Se transforma el horizonte en una roja fotografía lejana en la periferia de la ciudad

Por las calles cetrinas de la urbe deambulan los viandantes con sus voces insondables y su trajinar cansino

por entre las losas abiertas de las alcantarillas flotando entre el brillo mate de las edificaciones

Seré yo el último intruso de la noche invasora resignado a la descomposición mundana

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