Una tarde de aquellas

Camino por un pavimento ardiendo con el sol impactando en todo lo que me rodea.

Es una tranquila tarde en las calles de Santiago, tan tranquila como siempre, algo esperado de una comuna lejos del centro. Tan magnifica al igual de desolada, es una tarde de aquellas de verano con un calor imponente que se antepone a cualquiera menos a los jóvenes pro activos.

Una tarde de aquellas en donde disfruto el silencio y admiro todo graffiti a mi paso.

La efímera brisa acaricia la piel, disfruto de la sensación que produce un placer repentino. Cerrando mis ojos en mi mente se vuelve mas que un susurro; es un grito, un huracán arrasando mi cuerpo con el bienestar. Luego me abandona.

Calles vacías, casas abandonadas por temporada con ciudadanos fantasmas que reposan dentro de estas.

Así es el verano, así es el calor.

Una tarde de verano, una tarde de aquellas.