Como duele el corazón

Hay amores de amores, y finales estupendos, amo la vida, amo mis sueños, amo a mis amigos, a mis hijos y también amo a mi gata.

Con su vista nublada por las lágrimas, sin saber que hacer, sin saber que pensar, pero con el alma satisfecha de saber que había amado de verdad, aún no lo sabía a ciencia cierta, en lo más profundo de su corazón: sabía que llegaría ese día que tanto había esperado.

Solo, se sentía muy solo, sin esperanzas, ya no tenía nada por hacer, nada porque luchar, su corazón estaba vacío y a la vez lleno de mucho dolor, había perdido a la única persona que amaba de verdad, que lo comprendía y lo entendía, siempre estaba cuando el la necesitaba dispuesta a escucharlo, sin esperar nada a cambio. Definitivamente eso lo hacia feliz!!. y su amor creció sin saber cuando ni como, pero llegó.

Era una mujer encantadora, de facciones muy finas, con unos ojos azules, que solo se podía ver su alma, tan clara como sus ojos…me pregunto: quién?..que hombre no podía enamorarse de una mujer así…creo que nadie podría resistirse.

A pesar, aunque no se si se puede llamar así, de que era invidente de nacimiento, su vida era muy feliz, ella era sincera, hermosa, cuidaba de sí misma, recuerdo con mucho cariño y afecto su manera especial de hablar, pausado y con un acento suave y armonioso parecía que su figura y su mente estaban completamente hechos el uno para el otro, porque su belleza era…no tengo palabras para describirlo.

Era un día de sol, llegaba la primavera, y solo se sentía la brisa cálida y el olor de las flores que permanecía en el ambiente, con un suave y penetrante olor a madera y a malvaviscos.

Salí, como de costumbre al muelle, donde casi siempre ella llegaba…y donde la conocí, a esperarla, siempre caminaba sola, ya conocía todo el camino, porque desde niña lo tomó como su lugar favorito para pensar y disfrutar del olor del mar. Esperé una dos horas, pero nunca llegó,,,mi corazón, empezó a latir desesperado, que podía haber pasado, era la primera vez que Lucrecia no llegaba a la cita de siempre.

Deprisa, casi corriendo salí para su casa, llegué con el alma que se me quería salir del pecho, toqué la puerta, no respondieron, toqué de nuevo y se abrió, entré.. temía lo peor, caminé a lo largo de todo el pasillo y ahí estaban todos llorando..entré ..pero no pude decir nada…mi Lucrecía…mi amada …yacía como dormida, estaba en su lecho, Dios…porqué?….la abracé y lloré ..sentí que mis lágrimas no alcanzarían para el dolor que estaba sintiendo…

Por eso, ese día después de un año, mi corazón no resistía, mi pena era tan grande, sentía tanto dolor porque no pude hacer nada, no pude evitar que muriera, ella decidió llegar dos horas antes..para esperarme y sentir el olor del mar y la primavera, pero resbaló y yo no estaba ahí…cuanto dolor…por eso ya no quería vivir, quería estar junto a ella.

La tristeza llega a lo más profundo del corazón, pero los caminos son inciertos y pedregosos, entré al mar y nadé lo más lejos posible y descansé, me dejé llevar por las olas, ya no me importaba nada, dispuesto a soportar todo, hasta la muerte, sentía que mi respiración se terminaba poco a poco, que mis ojos, mis oídos, mi olfato, ya no sabia si los tenia; pero no me importaba….ya no tenía fuerzas para seguir, pero me sentía feliz, y tranquilo porque pronto vería sus dulces ojos….escuché una voz….me dije: ya estoy cerca, pronto estaré junto a ella, y la reconocí…

Saqué fuerzas de donde pude,,y volteé a mirar abriendo mis ojos lo mas que pude, y la ví..Sé valiente,…. me decía… Soy feliz …solo así …comprenderás lo que sientes….

Sin saber ni como, luché y nadé, tanto, pero tanto que no sentía mis brazos, no sabía si el tiempo se había detenido porque no podía escuchar nada…me dejé llevar… pensé …solo lo soñé?…al fin no lo sabía….solo quería vivir!!!! porque sabía que algún día estaría junto a Ella…..