Una ocasión especial, bien merece una celebración especial.

2007 – 2014: 7 años… ¡Gran número!, por eso… había que celebrarlo ¡!!

La tradición de entregarse un regalo en cada uno de sus aniversarios de boda se instauró en la Edad Media. Cada año, se daban un objeto confeccionado con diferentes materiales, desde los más frágiles hasta los más sólidos conforme pasaban los años. De ésta manera se simbolizaba como poco a poco la relación se iba fortaleciendo.

7 años: Bodas de Lana… una prenda calentita para el invierno, una manta donde acurrucarnos juntos,… sí, hubieran sido regalos prácticos pero por qué no dejarnos llevar por algo mágico… algo inolvidable… : Un vuelo en Globo ¡!!!

Me animé y… sorpresa… vamos a volar en globo ¡!!

Ha sido una experiencia genial a la par que curiosa. Madrugar y acudir al lugar de la cita, encontrarnos con nuestros compañeros de viaje, conocer a los monitores y sentir que la hora se acerca…

Lo primero es soltar un globo pequeño de helio para comprobar la dirección del viento. Una vez que le vemos desaparecer a lo lejos se decide desde donde se va a comenzar el viaje. Nos montamos en el coche… y juntos nos dirigimos hacia el lugar elegido.

La sensación de bajar del coche, pisar un campo de trigo con la siembra echa, extender la “vela” del globo y descubrir que es… enorme… ufff… la primera sensación de sorpresa ya la tenemos en el cuerpo. La “vela” extendida en el campo de trigo se ve tan larga… mide lo equivalente a un bloque de 10 pisos. A lo lejos ya se empieza a ver tímidos rayos de sol, el amanecer está precioso.

Y comenzamos a hinchar el globo, primero con aire frío para conseguir que la “vela” coja forma y poco a poco comience a redondearse y guardando aire dentro. Cuando la forma ya está casi casi terminada, se le da calor y…la magia hace presencia: el globo comienza a alzarse del suelo hasta que tímidamente se coloca de pie.

¡Todos a la cesta! Es momento de que la aventura de comienzo. Nos subimos y poco a poco y sinceramente, de manera suave nos damos cuenta que… el suelo se va quedando atrás. Agur… le decimos al apoyo en tierra…

Se conecta con el aeropuerto, ya conocen por donde estaremos volando, así que todo en orden.

A partir del momento del despegue… toda sensación es… única. Estamos volando… y la sensación de paz es indescriptible ¡!! Apoyarte en la cesta, descubrir el mundo a tus pies y a la vez sentir que las nubes son tus compañeras de viaje…

Las recomendaciones, las clases prácticas, consejos y anécdotas que el monitor nos cuenta forman parte de la aventura, todo es nuevo, todo es genial ¡!!!

Tuvimos suerte, el monitor quería agotar las bombonas de gas así que pudimos estar en el globo más tiempo de lo estipulado. Vimos un bosque y… lo cruzamos por el aire, el globo fue bajando hasta casi rozar las copas de los árboles. ¡Qué divertido es ver un bosque desde arriba! ¡Qué esponjoso se ve todo, qué tupido, qué verde! ¡Menuda sensación de libertad!

El globo es un medio de transporte dirigido por el viento, subir o bajar según nos convenga, rotar sobre su propio eje para que podamos descubrir todos los rincones es algo que el monitor coordina para que se pueda disfrutar de las vistas, de las sensaciones y del momento.

Llega el momento de aterrizar… a ver si llegamos a ése campo, nos queda poco gas y si aterrizamos ahí libramos los cables de la luz, y llegar a más árboles… Llegar, llegamos, no hizo falta colocarnos en posición de aterrizaje, el globo se posó casi casi él sólo… Pero antes de hacerlo pudimos disfrutar del ruido del roce del trigo aún sin cosechar…

Nos bajamos y… nos reímos, todos hemos disfrutado y las conversaciones, las sensaciones se vuelven a compartir pero ya con los pies en la tierra.

Ahora toca recoger la “vela” del globo, toca quitarle el aire y guardarla, hay que dejar todo preparado para una nueva aventura.

Y… ¿si brindamos para celebrarlo? Claro que sí, qué mejor que con un cava de La Rioja, un Faustino rico, rico …

Y después del brindis, de la experiencia y de que ya se nos ha olvidado el madrugón… nos vamos todos juntos a almorzar ¡!! ¡Qué bien sientan unos huevos con jamón, o con chorizo, una cervecita fresca, un vinito…!

Buenos compañeros de viaje (gran experiencia compartida aún sin conocernos), auténticos los monitores (piloto y apoyo en tierra) y qué decir de nuestro brindis, nuestro beso y nuestras sensaciones… a seguir sumando años juntos y experiencias ¡!!

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS