Triana

Querida hermana:

Estoy cansada de llorar, de estar rota, de sentirme como si no le importase a nadie.

Todos los días, el instituto es un infierno.

No tengo amigos, todo el mundo se ríe de mí.

¿Qué culpa tengo yo de que mamá y papá estén en paro? ¿Qué culpa tengo yo de que nadie me pueda ayudar? ¿Qué culpa tengo yo de vivir en la pobreza?

Todos los días, me repiten una y otra vez que mi ropa espantosa y que mi pelo está grasoso…

¿¡Y qué culpa tengo yo de que me corten el agua cada dos por tres y de no poder comprarme ropa de marca!?

No he salido ni besado con ningún chico porque les doy asco…

No paran de repetirme que no voy a llegar a nada en la vida… Y tienen razón.

¿Quién, viviendo en la pobreza, ha conseguido sr algo en la vida? Nadie.

Todos tienen sus graduados y estudios, todos trabajan en las cosas que siempre han soñado…

¿Saben, acaso, lo que he hecho para conseguir dinero?

He robado… He hecho cosas que no me atrevo ni a escribir.

¿Saben cuántas veces me han detenido?

No, porque están en sus mundos, con su dinero, coches y mansiones…

¿¡Saben cuántas puñeteras veces he pensado en desaparecer!?

Estoy cansada de luchar, de decir que todo va bien… Nada va bien, yo no estoy bien.

La gente no ayuda, solo dicen que lo sienten por la situación.

Tú no ayudas.

Te casaste y te olvidaste de nosotros.

En cuanto empezamos a debilitarnos, tú te alejaste porque no querías verte perjudicada… Eres incapaz de aguantar mi situación, siempre has sido muy superficial.

¿No te importamos?… ¿No te importo?

Al parecer, no.

No le importo a nadie. Y estoy cansada.

Cansada de gastar el poco dinero que ganamos en papel, sobres y sellos para que no me contestes.

Cansada de llorar por el rechazo de los demás, de no poder ser feliz.

Voy a acabar con todo esto.

Voy a desaparecer… Es la única forma de salir de éste sufrimiento.

Me muero de dolor y pena.

Si la semana que viene, no recibes una carta por mi parte, significa que habré desaparecido… Para siempre.

Atentamente, Triana.