Querido Valdín
Los días cada vez son más inapetentes desde el día que te fuiste, en las noches es cuando más siento tu ausencia, aunque sé, que en ninguna estuviste.
Me siento desalentada como si te hubieras llevado esas ganas que me hacían continuar, como si me hubieses arrebatado el aliento como en cada beso que me dabas cuando me interrumpías hablar, así es como me siento desde el día que no estas.
Te has ido y me duele aceptar que no volveré a esperarte en el mismo lugar, donde al mirar el cielo contemplabas esas hojas que los arboles movían, donde los rayos del sol tocaban tu piel, en el lugar donde el viento batía mi cabello y tú, de mi cara lo removías. Ya no te esperare más.
Y eso es lo que duele, aceptar que ya no vendrás, eso es lo que más me lastima, que ya no veré los ojos que me hacían palpitar, o quizá si los vea de nuevo, pero no con el mismo brillo de amar.
Por la bella coincidencia y la funesta despedida
Gracias por cada momento
Te extraño tanto
Con amor Nájera.
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