El azul profundo en la inmensidad del cielo, los guaduales meciéndose, el verde pasto despeinándose entre sus manecitas

Sonrió asomada en la ventana, viene a mí el eco de tiernas voces…mis pequeñas juegan entusiastas en el jardín,enérgicas y vivaces

Nuestras miradas se cruzan, levantan sus manos, es un momento mágico que quedará grabado en mí memoria, yo siempre alerta para protegerlas, inocentemente bellas

Algo en el pecho se expande con el roce de sus deditos jugando en mi cara

De repente surgen los “mami te amo”, siguen corriendo sus rostros encendidos, sus manos sudorosas juguetonas, los cuerpos cansados… les gusta retozar.

Las madres descubrimos el lenguaje del verdadero amor, me rodean, apoyan sus cabecitas tiernamente en mí regazo, me besan sin cansancio…ellas son el motor que me inspira e impulsa

Día tras día me brindan la libertad de amar, disfruto su presencia, sueño con ellas un futuro feliz y constante, son mi máxima inspiración.

Hijas hermosas, fruto de mis anheladas pasiones, cada mañana descubro que valió la pena, al observar el tiempo posándose en sus mejillas evoco mi juventud…mi vida está llena de grandes y bellas remembranzas…solo hace falta mirarlas, para saber que valió la pena…

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