Robinson Crusoe,
193 Dr Zion Avenue, Irlanda.
No pienses que por escribirte voy a volver. Tampoco que por escribirte te extrañe.
No pienses que desde que me fui estuve pensando en ti.
Son simplemente el olor del mar y el frío que trae la marea quienes me impulsan, más allá de mi voluntad, a después de tanto tiempo volver a recordarte.
No pienses que he estado buscándote. Tampoco que te he estado esperando.
No pienses que mientras escribo estoy también llorando.
Porque son la indiferencia y el olvido, quienes me permiten escribirte sin vacilar.
No pienses que te necesito.
Aunque si piensas algo de esto, déjame decirte que estás en lo correcto.
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