Querido padre,
Cuando meditaba sobre mi viaje a Inglaterra me imagine aventuras y locuras pero jamás me imagine extrañezas como las que vi. Todo inicio una mañana en la que yo estaba revisando posibles opciones de trabajo, de pronto alguien tocó la puerta y cuando la abrí vi una carta pero nadie afuera. Recogí la carta y la leí, decía que un lugar llamado I.P.H.P. deseaba mis servicios como psicóloga. Llame al número que aparecía en la carta y les comunique que si aceptaba la propuesta. La semana siguiente fui a la institución; la ubicación remota y el espanto en la cara de los pueblerinos a quienes les pregunte sobre el lugar me causaba temor pero no me detuvo a ir. Después de horas de viaje llegue a una gran mansión donde conocí jóvenes con poderes aunque no me lo creas padre, todas las personas del lugar tienen habilidades magníficas. La creadora de la institución me dio a conocer el lugar; su propósito y su historia, nunca había estado más fascinada en mi vida. Ahora padre soy psicóloga del Instituto para Personas con Habilidades Peculiares, deséame suerte y espero tu comentario sobre mi extraño trabajo.
De tu amada hija Samantha
OPINIONES Y COMENTARIOS