Querida madre,
te escribo hoy desde las penurias de mi pueblo. Bien has de saber por las noticias los sucesos violentos acontecidos en una lucha por la libertad y la paz. No creas en todo lo que te muestran, sabes que el rating todo lo distorsiona. En tu corazón puedes ver la realidad de la conciencia y los sentimientos de los hechos. No temas por mí, me has enseñado bien.
Te escribo hoy, porque tal vez mañana no podré hacerlo.
(Latinoamérica despierta)
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