Proposición

Querida Mariela:

Te escribo esta postal para hacerte una proposición, espero que no la consideres precipitada, pues mis sentimientos son profundos desde el primer día que te vi. Sin más rodeos, quiero preguntarte si quieres casarte conmigo. Le he escrito unas letras también a tu padre, aunque por las palabras que tuvimos esa tarde en la playa, creo que esta propuesta no le vendrá de nuevas.

En Barcelona tenemos la casa de mis padres, creo que sería el mejor lugar para instalarnos al principio, en el pueblo tenemos un casa y tierras, si tu lo prefieres podríamos vivir allí y yo trabajaría en el campo. Cualquier sitio me vale si es a tu lado. Si quisieras también podría trasladarme con tu familia a Paraguay, aunque creo que allí la vida no sería tan próspera.

Mis padres sólo han visto una foto tuya, pero están muy ilusionados con nuestro próximo enlace, mi madre está preparando un ajuar, ropa de casa y todo eso, ella no conoce las costumbres del Paraguay, y teme no complacerte, pero ya le he dicho que no se preocupe, que eres una mujer sencilla.

Sin más, y esperando que mis sentimientos sean correspondidos. Tu amado Teófilo.