Acabó sobre aquel puente en la nada, su respiración crecía mientras él seacercaba. Y sin aviso, la besó. Paró el tiempo. Sus ojos cerrados, los labios pegados. Sentía cosquilleos que aumentaban.

Nunca se había sentido así, pero le gustaba.

Observó su rostro.

Era distinto. ¿Estaba enamorada?

De pronto, se fue. Se puso nerviosa, no le veía.

Se asomó por el puente y ahí estaba. Sin pensarlo, saltó. Su cuerpo se desvaneció.

Lo único que quedó fueron simples recuerdos de ese frívolo destino.

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