Primero se pregunta por Jacaranda y se cruza el río. Vestidos de diversión familiar, esconden en el bosque entre un camino de pinos y juguetes antiguos hediendo a nostalgia, la pequeña cabaña de madera, vieja y secreta. Allá, entre las paredes y el piso, yace sin vida el cuerpo de Alirio, el antiguo brujo de Silvia. Cuentan las leyendas que si se le escucha respirar, es mejor pensar las palabras porque el mago concede solo un deseo de seis letras, sin acentos ni mayúsculas, allá quiero viajar.

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