La Calle de los Suspiros

La Calle de los Suspiros

Amanece… el sol toma su lugar en el firmamento, y la calle de los Suspiros, queda por un instante plegada al silencio… hasta que al promediar la mañana se convierte en el escenario favorito de turistas de todas partes del mundo… caminan de un lado a otro, se pierden creando imaginativas historias que puedan dar color a su anecdotario luego de su viaje…

Pero al caer la noche, todo cambia, como si un rayo misterioso llegara desde alguna parte, para convertir a aquella calle colonial, en un mágico rincón de letanías… y allí aparezco para recorrerla en silencio, una y otra vez, transitando una a una sus piedras, ensoñada calle de Los Suspiros. En un rincón del mundo, llamado Colonia del Sacramento, tierra de disputas de Coronas, de conquistadores y bucaneros…

Austera y misteriosa… esta calle, plasma en cada adoquín una historia de otrora… leyendas, mitos, amores, odios, sonidos de cañón, susurros del viento, pueblan su nombre…

Y en este Sur que nuestro Norte, como el eximio artista denominó a este pequeño retazo del mundo… siento que la magia es magia, que el Don es Don, solo si transito por estos adoquines, el resto, es solo resto…

Suspiros que dan color a su nombre, como letanía del tiempo. Fueron suspiros de noches apasionadas?, Fueron lastimeros gemidos de los condenados en su maquiavélico desfile hacia una muerte segura?. Fueron acaso, los suspiros de los amantes incomprendidos que pusieron fin a sus vidas más allá de la Muralla?… ó simplemente es el viento que se adormece y despierta por los rincones de piedra y emite sonidos lastimeros…

La noche la envuelve de magia y misterio, como si cada una de sus leyendas tomara forma y vida, entonces aparecen sus personajes en las esquinas… el derrotero sonido de las cadenas que portan los condenados…

Las mujeres de la vida en los porcales de las coloniales casas de adobe suspirando e invitando a un poco de placer mundano por algunas pocas monedas…

Y será también que al igual que los amantes del Infierno del Dante, aquella pareja de jóvenes amantes, vuelve cada noche para despedirse una y otra vez de la vida que les impidió estar juntos y que buscaron estarlo mas allá de las piedras de la gran muralla, más allá del estuario que parece mar…

Noche a noche…la calle de los suspiros le susurra al firmamento sus recuerdos,

tiñendo de matices perpetuos el alma de sus transeúntes…

Noche a noche… alguien encontró el amor, otro lo perdió…

Noche a noche… un exceso, un delirio, un secreto allí se escondió…

Y en el suspiro eterno de su nombre mi alma se quedó…

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