La Familia de Juanita

Es fácil de entender a una familia cuando te mueres de envidia por lo bien que se llevan.

Ellos son Don Pedro, Doña Juana y sus 3 hijos, Agustín de 25, Lupita de 22 y Pepe de 18, fue el pilón dice Juanita.

Don Pedro, ahora mayor, ha luchado como muchas familias día a día, un hombre que no estudió, además, no le gustaba dice él, pero tenía manos para trabajar y eso le dio la oportunidad de conocer a mucha gente y de que sus hijos vieran el “mercado” como su 2da casa. Ahí crecieron, jugaron, discutieron, pero sobre todo siempre estaban felices.

Don Pedro se casó por el año de 1940, la verdad se robó a la Juana, era parte de las costumbres y pasados los años, se casaron como debía ser y nacieron los hijos. Don Pedro venía de una familia que no había matriarcado, era patriarcado y no le gustaba, así es que cuando se casó, se dijo que no iba a repetir la misma historia. Heredó el puesto de su padre en el mercado, así que simplemente continúo con las enseñanzas de su padre. Doña Juanita venía de una familia conservadora que le quito el habla, cuando recién se fue con Don Pedro, pero el cariño fue más fuerte y la perdonaron cuando ella se casó como debía ser. A ella le habían enseñado sus padres que no tenía muchas opciones en la vida más que crecer y esperar a que alguien la escogiera para casarse, eso no fue suficiente para ella, por lo que cuando se casó, se propuso que siempre fueran alegres, cantadores, bailadores y todo lo que significaba para ella felicidad y así lo hizo y déjenme decirles que lo consiguió, bueno eso es lo que se ve.

Los hijos empezaron a llegar y como tantas familias unas a otras se ayudaban. Sus amigas del mercado le enseñaron cómo cargar al niño, cómo darle la chichi y cómo amarrarlo para que después de comer se durmiera y la dejara trabajar. Así lo hizo y llegaban las personas a comprar y ella estaba lista. Ahí crecieron los tres y las historias se repiten, ahora el mayor ya tiene su puesto y su esposa es la hija del señor del 26, Lupita, ¿qué creen? pues ella se juntó con el señor del 30 y el «benjamín» de la familia sigue esperando encontrar a su media naranja y como dice Don Pedro, estos carajos no me hicieron caso, por más que les dije, “cambien de vida”, aquí se quedaron, pero que le va uno a hacer, como dice mi vieja, déjalos viejo, ellos así son felices y pus sí, la verda, sí.

Don Pedro dice, que le cuenta la Juana, que le dijo la Chila, que la del 21, la Lupe, no está enferma, pero que se está haciendo la enferma para que el marido la consienta y no se vaya con sus amigotes, “Ay que bárbara, ¿verda?” Y también me dijo que la del 3, no tiene para pagar el puesto porque llegó el marido y se llevó la lana para emborracharse, yo le digo a uste, si le va a pedir prestado, no le dé, al fin ni es para ella, mejor dele comida para sus hijos, bueno la Chila le dio comida, conmigo no viene porque sabe que la voy a regañar.

Le sigue diciendo la Juana a Don Pedro, es muy canijo el viejo del 3, no es justo, ella se mata trabajando para tener para comer y él se lo emborracha, y le dice Don Pedro, mujer no te metas en esos asuntos, ellos saben lo que hacen con su vida, y dice la Juana, pero pus ahí está Don Chon que engaño a la Lupe y pobre, esta tan deprimida por su culpa. Pero mujer si estabas diciendo que la Lupe ni enferma esta, le dice Don Pedro, pero eso dice la Chila, dice la Juana, pero yo creo que sí está enferma del corazón, por el dolor que le causa el mendigo de su marido, mija no se meta uste y mejor quédese callada, porque se meterá en problemas, ya vez como es la julia de chismosa y si la oye, “ándele” le dice la Juana, ya lo vi a uste echándole ojitos a esa coqueta, na más lo cacho y la desgreño por diosito que sí, ya ta visao.

Mija, yo solo tengo ojos pa uste, dice Don Pedro, me ha aguantado tanto tiempo y me ha dado tres hermosos hijos, ah! ¿y de sus nietos no se acuerda?, dice la Juana ¿o qué? Claro que sí, están bien chulos verda vieja, a poco no la traen loca, no se haga, quién se iba a imaginar que estaríamos aquí en el lugar de siempre hablando de cómo ha crecido nuestra familia, unos se van, pero otros llegan, se acuerda uste de Don Chuy, el creció aquí con nosotros y ¿ora onta? Pus allá arriba y se acuerda uste de las bromas de don José el del 42, a que viejo tan chistoso, pero eran muy buenas sus pláticas y ¿ora onta? Pus allá arriba, y se acuerda uste del de los quesos, estaba bien gordo, se acuerda mija, pero no dejaba de fumar el canijo, hasta que dios lo tiene en su gloria. Oiga mija, abusada y cuídese, no se vaya ir pa arriba eh, dice Don Pedro y le contesta la Juana, mejor cuídese uste, ta más viejo que yo, ha vivido más años que yo, ha trabajado, más que yo, así es que la verda viejo, el que se vaya primero, viene por su compañero, le dice la Juana a Don Pedro, y él le contesta, no se preocupe mija, así será, no la voy a dejar aquí solita!

El día a día hace la vida, vieja, pero siempre, acompañada de felicidad, le dice la Juana.