LA PLAZA Y SUS CUATRO GUARDIANES

LA PLAZA Y SUS CUATRO GUARDIANES

Todo un privilegio disfrutar en mi infancia de una plaza custodiada por cuatro destacados barrios de Madrid: Goya, Lista, Fuente del Berro y La Guindalera. Y a pesar de estos cuatro grandes custodiándola no consiguió mantener su obelisco y su fuente con dos esfinges, que desde su primer cambio no han parado de ir de un lado a otro intentando llenar huecos de Madrid. No obstante, Manuel Becerra si ha conseguido retomar su nombre, el cual mantuvo desde 1905 hasta 1961, año en que paso a llamarse Plaza de Roma, y de nuevo en 1980, Manuel Becerra fue titular de la misma. Aunque hay que saber que, a primeros del siglo XX, a esta plaza se la bautizó con el nombre de: Glorieta de la Alegría ( irónicamente era una vía de paso casi obligada hacia el cementerio de La Almudena)

Mi calle donde nací y viví un largo periodo de mi vida, era la calle de Alcalá, un bloque muy próximo a la plaza protagonista. Este edifico en la actualidad aun se mantiene intacto; y puedo disfrutar de su fachada y sus recuerdos con frecuencia, ya que en la actualidad he vuelto a vivir próximo a el.

Puedo recordar mucho detalles de vivencias de todo tipo, principalmente agradables, aunque siempre podría haber alguna nota de discordia de algún vecino, lo que sin lugar a dudas daba vidilla a la comunidad. Sin animo de ofender a nadie comentaré que la fauna de la comunidad era de lo mas variada: desde la vecina sencilla y económicamente débil, hasta el gran señor en su amplio sentido de la palabra; lo cual no implicaba que entre ambos pudiera existir un mínimo de indiscriminación por parte de ninguno. Eso si, la diferencia era palpable, cuando la señora tendía su colada, acompañaba a esta tarea un canto folclórico del momento, mientras que tímidamente se escuchaba un coro por las viviendas mas altas, que bien podía ser el Coro de los esclavos de Nabucco, que indudablemente, el vecino elegante, educado, y de buena situación económica pretendía deleitar a sus oidos con la composición de Verdi; y que seguro lo haría una vez que la señora dejase sus cánticos en un tono mas bajo, ya que continuaría con ellos durante todo el día, pero ya sin hacernos a los vecinos participes de gorgoritos.

Con respecto a mis vivencias personales me remontaré a mis 12 años, edad en que ya me permitían ir al parque yo solo o con amigos, sin necesidad de ser acompañado por un adulto, algo que me llenaba de alegría y hacia sentir que mi niñez se iba quedando atrás, cosa que siempre soñamos con ello, y que al cabo de muchos años añoramos no poder regresar.

Recuerdo principalmente el comienzo de las vacaciones escolares…….tres meses sin colegio y sin obligaciones, y sobre todo compartiendo con amigos buenos ratos en el parque de Eva Peron

Parque ,que tan buenos recuerdos me trae, comparto, e incluso aun voy acumulando por mis paseos actuales por el mismo. No solo tengo grandes recuerdos de mis amigos, si no también, y no compartidos, pero si paralelos, con mi abuela, ya que era asidua asistente del parque. Pero comencemos por los mios: las mañanas de vacaciones las dedicábamos a disfrutar en la enorme acera de la calle de Alcalá (la que hoy en día me parece amplia, pero no tan enorme como en mi infancia) No invadíamos la calle hasta una hora prudencial, 11 ó 12 de la mañana, y allí estabamos hasta las 14 horas mas o menos, pero esas dos o tres horas parecian una eternidad. Las aprovechábamos al maximo con los juegos de la época: tula, rescate, ladrones o policias, dollar ( a este último, aunque era mas bien de chicos, también participaban chicas) eramos un grupo de chicos y chicas entre diez y trece años; y aunque tuviéramos nuestras disputas, pero no podíamos estar un día sin vernos y volver a retomar el juego para el día siguiente, o hacer planes para organizar de que forma organizábamos la tarde en el parque de Eva Perón. Eso sí, aunque ya teníamos permiso para ir al parque solos, pero nunca antes de las 6 de la tarde, ya que a algunos de los amigos les hacían guardar siesta, algo que jamás yo nunca hice, pues siempre he preferido estar despierto y disfrutar hasta de ver pasar una mosca. Un vez en el parque y disfrutando del estupendo bocadillo que nos preparaban nuestra madres, pensábamos con mucho interés en que que juego nos convenía mas para disfrutar al máximo; aunque el juego que nos llevaba diez minutos debatiendo, luego nos durase cinco,……pero como nos lo pasábamos…….que días mas geniales!!!.

Sobre las vivencias de la abuela, sobre todo hay una, que yo diría que insólita, o casi. Como he comentado antes, la abuela tenia su grupo de amigos de parque, que al igual que para ella, para los demás, el parque era un lugar donde pasar menos calor, tener tertulias y la ilusión de recuperar las amistades perdidas años atras por circunstancias. La verdad que el lugar de reunión de mi abuela no es que fuera el mas agradable, pues se reunían frente a los servicios (WC) , y la higiene del sitio brillaba por su ausencia, pero el entusiasmo que tenían por verse a diario y contarse sus batalles, hoy en día pienso que, les neutralizaba el sentido del olfato.

Un buen día apareció mi abuela en casa con un atado de ropa sucia; aquello tenia un olor nausebundo, y la explicación que nos dio fue: Hija- dijo a mi madre- sabes que? me he encontrado en el parque con Federico (su primer novio que había muerto antes de casarse con quien seria mi abuelo)….. y ahí quedó la historia. Quien sabe si algún día alguno de nosotros no tenemos esa experiencia por haber elegido un camino diferente al que hubiéramos deseado.

FIN

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