Eje Central «Lázaro Cárdenas»

Cómo no sentir deseos de platicar de la avenida en la que tengo la suerte de vivir, es de gran importancia porque recorre la Ciudad de México de Sur a Norte, pasando por un sinnúmero de colonias recientes, antiguas, de clase media, de clase alta, que en diversos momentos ha cambiado de nombre por tramos, llamándose: Niño Perdido, San Juan de Letrán, entre otros y cuando llega al centro, en ella, luce majestuosa la Torre Latinoamericana cuya estructura, de 41 pisos, es un ejemplo de la arquitectura mundial porque ha superado valientemente los grandes sismos que con frecuencia ocurren en el centro de la ciudad por las características de su suelo, y estoicamente superó al de 1985 que fue de 8.1, escala de Richter.

Un poco más adelante, se observan estructuras imponentes por su construcción y belleza como el Palacio Postal y el Palacio de Bellas Artes, cada uno mereciendo un artículo periodístico especial para expresar la belleza de sus construcciones y el impacto que han tenido en la sociedad mexicana desde su construcción…

Avanzando hacia el Norte sobre el Eje Central se encuentra la Plaza de Garibaldi, en la que se dan cita los grupos de mariachis, esperando ser contratados para ofrecer románticas serenatas, casi allí empieza un paso a desnivel que conduce a la calle Ricardo Flores Magón que se encuentra en forma transversal, y allí empieza ,del lado derecho del Eje Central, la magia de este enigmático lugar que me embelesa diariamente porque al vivir aquí, día a día, hora tras hora que tengo la inmensa dicha de recorrerla, la Zona Arqueológica de Tlatelolco, me parece extraordinaria con un gran significado histórico que en breves palabras les voy a compartir esperando contagiarles mi alegría y felicidad por este lugar. Empezaré por decirles que la palabra Tlatelolco es de origen náhuatl que significa “montículo de arena” representativa de Tres Culturas, por lo cual recibe el nombre de Plaza de las TRES CULTURAS.

Recibe este nombre debido a que los conjuntos arquitectónicos ubicados alrededor, provienen de tres etapas históricas diferentes y es uno de los lugares más significativos de la Ciudad de México.

Me causa una profunda emoción, contar con las pirámides que identifican a la CULTURA PREHISPÁNICA, las presumo mucho con mis visitas familiares y mis amigos a quienes les pregunto ¿quién tiene pirámides en su casa? Como la respuesta es negativa, entonces les invito a que las visiten y les explico que también existió el centro comercial de Tlatelolco, tan grande que abastecía a toda Mesoamérica, pero lo más importante es que por su organización ha servido de inspiración para la creación de las tiendas de autoservicio que existen en todo el mundo. Tanto que en los Museos del Templo Mayor como en el de Antropología e Historia, existen maquetas de dicho mercado por la relevancia que ha tenido en la vida actual.

Obviamente que por cada Cultura que se desarrolló en Tlatelolco habrá mucho que decir sin embargo, por lo pronto será suficiente mencionar su existencia y principales características. La CULTURA COLONIAL que abarca desde la Conquista de los Españoles hasta la Independencia, está constituida por un convento y el templo católico de Santiago, así como el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, a cargo de los evangelizadores españoles Bernardino de Sahagún y Juan de Zumárraga.

Con respecto a la CULTURA MODERNA les comento que se identifica por la Torre en la que estuvo la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), hasta el año de 2005 en que pasó a ser propiedad de la Universidad Nacional Autónoma de México, actualmente es sede del Centro Cultural Universitario de Tlatelolco, esta torre ha sido iluminada en su totalidad con luces de un color rosa mexicano bien combinado con un azul eléctrico colocado discretamente, que le identifican a la larga distancia, siendo mi guía por las noches hacia mi hogar.

En el Eje Central de Tlatelolco, se encuentra también el Memorial del movimiento estudiantil de 1968 en el que aparecen los nombres de jóvenes hombres y mujeres cuyos cuerpos cayeron inertes en aquel doloroso 2 de octubre, en el gobierno del Lic. Gustavo Díaz Ordaz, ha dejado una huella muy profunda en los mexicanos que inevitablemente realizan marchas de esta Plaza de las Tres Culturas hacia la Plaza de la Constitución.

Se puede considerar como una pequeña ciudad al Conjunto Habitacional Urbano, Nonoalco Tlatelolco en el que tengo la dicha de vivir y aunque su comarca abarca importantes avenidas, considero sin presunción que este espacio del Eje Central Lázaro Cárdenas comprendido entre las calles Ricardo Flores Magón y Manuel González es muy afortunado por identificarse con la Plaza de las Tres Culturas, porque como ya he mencionado se considera un lugar muy céntrico y además energético con pirámides que al recorrerlas nos remontan a esa época Prehispánica en la que se libraron importantes batallas con héroes agigantados como Moctezuma Xocoyotzin y Cuauhtémoc. Cuando Cuauhtémoc cayó prisionero por los españoles, se inició la cultura mestiza de la época Colonial

Entre los muchos acontecimientos históricos ocurridos, vale la pena destacar la firma del TRATADO DE TLATELOLCO, dando origen a América Latina como zona libre de armas nucleares, lo que le permitió al diplomático Alfonso García Robles, ser galardonado con el PREMIO NOBEL DE LA PAZ.

En el sismo de 1985, el edificio Nuevo León de Tlatelolco desapareció totalmente, el tenor Placido Domingo acudió como voluntario a quitar escombros en apoyo a sus familiares que vivían en dicho edificio, en cuyo espacio le erigieron un monumento como acto de gratitud por la nobleza de su hazaña. Entonces surgió el grupo de rescate denominado los topos que han sido requeridos para afrontar desastres sísmicos en varios lugares del mundo.

Decir Eje Central Lázaro Cárdenas, es pensar en la avenida que recorre la Ciudad de México por la mitad; querer hablar de él, en toda su extensión es un gran reto, circunscribirme a lo que corresponde a la ubicación de mi hogar, es pretender hablar de varios siglos de historia.