Recostado en el diván dando vueltas no podía entender ¿Por qué?. Nicol era una muchacha joven llena de vida, había entrado a laborar aquel primer lunes de marzo, se encontraba muy feliz, con muchas ilusiones por haber logrado alcanzar una vacante en la empresa. En su primer día el jefe del área la invito a visitar por las instalaciones del edificio, de paso presentarla ante los demás colaboradores, todos muy corteses la saludaron, llegando a una oficina elegante, silenciosa y misteriosa, diciéndole:
-Esta será tu oficina, donde pasaras el resto de tu vida, ve poniéndote cómoda
Entre risas y bromas la alejo; ella se quedó inspeccionando a su alrededor, sentándose en un sillón dando un suspiro triunfal, prendió la computadora, explorando a través de internet, todo le resultaba nuevo e interesante. A su costado había otro escritorio, pensó sin darle mucha importancia ¿de quién será?. De pronto fue interrumpida por una voz agitada de un muchacho que ingresaba a la oficina, extrañado le pregunto:
- – ¿Tú quién eres?
- – Soy la nueva secretaria de esta sección.
David sorprendido se presentó, diciéndole que ese era su sitio, que el otro escritorio debería ser de ella, se dirigió a su nuevo escritorio preguntándole curiosamente ¿quién se sentaba anteriormente?.
David con un nudo en la garganta le contó: “…Ese escritorio era de la anterior secretaria; una señora de edad muy próxima para jubilarse, pero una enfermedad desconocida acabo con ella, a partir de esa fecha nadie quería ocupar ese sitio hasta que viniste tu…” Nicol se estremeció un poco pero no le dio mucha importancia, asintiendo con una sonrisa. David comenzó a explicarle sus nuevas funciones que debería realizar; ella rápidamente aprendió el funcionamiento de la oficina.
Paso mucho tiempo Nicol se dedicaba al trabajo sin ocuparse de ella, en sus planes no estaba enamorarse, pese a sus buenas condiciones físicas: bonita, delgada, alegre, sencilla, algo tímida. Pero en cambio habían entablado una buena amistad con David con el que compartían muchas aficiones, buscaban cualquier pretexto para estar juntos.
Un día de esos él le dijo:
- – Hace tiempo quería conversar contigo de algo muy importante, pero no me atreví
- – ¿De qué?
Le contó que hace un año estaba saliendo con una muchacha que ahora era su novia, habían planeado casarse a finales de año. Nicol sin esperar a que termine de contar sintió escalofríos por todo el cuerpo sintiéndose desfallecer, salió despavorida entre sollozos y lágrimas, lloro desconsoladamente, no entendía ¿por qué?, no pudo negarlo que estaba enamorada. A partir de ese momento le cambio la vida, evitaba por todos los medios encontrarse con él refugiándose en el gimnasio y la lectura. El viernes por la tarde David se acercó a su escritorio diciéndole que saldría de vacaciones a partir del lunes, dejándole indicado unos pendientes, ella lo miraba con una inmensa tristeza como si presagiara algo, el en un acto inconsciente le acaricio las mejillas, tomándole de las manos le dio un beso imperceptible diciéndole que tenga esperanza que a su regreso todo cambiaría.
Ella se quedó desconsolada, resignada con un dolor en el corazón, no había nada que aplacara ese sufrimiento, a la semana siguiente, una mañana en la oficina Nicol no pudo levantarse de su escritorio, sintiendo un retorcijón por la cintura que no la dejo caminar, después de un rato se incorporó sin darle importancia pensó que podría ser por los ejercicios, ese dolor se acentuaba cada vez más.
Mientras tanto David no podía sacarla de la mente, ese era un viaje ansiado para hacer los preparativos del matrimonio; pero se convirtió en una tortura, decidió terminar aquella relación, argumentando que estaba presionado por sus padres, en realidad no la amaba, pese a que había hecho todos los intentos por comprenderla. Ella no podía aceptar aquella decisión, le imploraba a que intentaran comprenderse nuevamente, pero todo era en vano, ella reaccionó destruyendo todo lo que estaba a su alrededor, lanzándome improperios y amenazas.
David pese al dolor que causo sintió un alivio en el corazón, no esperaba la hora de llegar a la oficina y declararle su amor, de solo pensar su cuerpo se estremecía de ansias por verla, le compró una sortija para entregársela y llenarla de besos. Hasta que llego aquel bendito día, fue corriendo muy temprano para encontrarla. Era tan temprano que nadie había llegado aún, miraba continuamente el reloj, todos llegaban menos ella, ya había pasado un buen tiempo, nunca apareció, fue a preguntar a la oficina de personal
- – ¿Dónde está Nicol?
- – ¿Que no sabes?
Le contaron que hace dos días Nicol estaba caminando por el pasadizo, desplomándose el suelo, fue llevada de emergencia a la clínica a cuidados intensivos, en su delirio decía:
– que estaba esperando este día para recibirte.
David no lo podía creer, fue inmediatamente a la clínica para verla, le impidieron la visita; tanta era su desesperación y súplica que le permitieron ingresar, ya era muy tarde estaba inconsciente, entubada con respiración artificial, la cogió de las manos, entre lágrimas le dijo:
– Ya estoy aquí mi amor para estar juntos toda la vida.
Ella inconsciente como en un sueño aletargado y profundo volvió a la vida por un instante solo para mirarlo, dando su último aliento con los ojos entreabiertos con una mirada al infinito, recorriendo una lágrima por la mejilla le dijo:
– Te estuve esperando amor mío, sabía que vendrías, si estaremos siempre juntos.
Con estas palabras aquel cuerpo frágil se desvaneció para siempre, su vida se fue apagando sigilosamente entre sus dedos para nunca más volver. Su rostro era la de un ángel que dejaba de sufrir para encontrarse con la tranquilidad, expirando con una sonrisa dulce y tierna.
Grito con todas sus fuerzas
– ¡No me dejes te amo con toda mi alma!
Mirando por la ventana ve desfilar los acontecimientos desde que la conoció sin poder comprender que hace unos días la dejo llena de vida y ahora la encuentra sin vida sin saber ¿Por qué?.
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