Cuestión de tiempo

Cuestión de tiempo

ana maria gallo

22/02/2019

El silencio de la plaza la ensordece y el arrullo del agua de la fuente la abraza.

Cierra los ojos…respira hondo…piensa

Tenía vagos recuerdos de su pasado…de esos lindos recuerdos que hubiera querido tener.

Hurgó en su memoria, eligió los mas bellos y disfrutó recordándoles: cuando ganó el certamen de poesía en la primaria, la fiesta de los quince años, el baile de graduación, la noche en que salió de la capilla del brazo de su esposo…

Miró al cielo….susurró:- Y ahora otra vez sola…volver a empezar? ó seguir viviendo?

A unos cuantos metros de ella estaban, bajo la sombra de un Aguaribay, su madre, su hija y su amiga, de quienes se había apartado por un momento para tratar de compaginar sus pensamientos a solas.

su imagen tranquila y solitaria, despertaba en esas mujeres el deseo de protegerla, mimarla, aconsejarla. Cada una de ellas creía tener las palabras justas y necesarias para ayudarla.

Se le acercó su hija y, con dulzura, le dijo:- No te quedes, seguí adelante, sos abuela, pensá que las niñas son el futuro, seguí por ellas.

Su amiga, por el contrario, le sugirió: -olvídate del mundo, dedícate a vivir tu vida hoy, el día a día,…mañana…quién sabe del mañana?…

su madre, en cambio, seguía en su lugar, mirándola con un gesto de aprobación, como sabiendo y

avalando , por anticipado, su decisión

y volvió a quedar sola en aquel rincón de la plaza, delante de la fuente que sangraba agua con un sonido sereno y profundo, como una letanía, que invitaba a dar un paseo por el alma.

Le hacía ruido en su interior la actitud pasiva de su madre. Aunque es lógico que actuara así, la conocía demasiado y sabía, por anticipado, la decisión que tomaría.

De esta forma, sabía, que jamas dejaría de pensar en el futuro, por vivir el «día a día» , porque desde su infancia, toda su vida fué un cúmulo de metas, un soñar constante con el mañana.

Tampoco circunscribiría el futuro al solo hecho de ver crecer a sus nietas, pues de todos los aspectos de su vida, su proyectaban planes, sueños…

También sabía que no era de hacer cambios bruscos, si hoy buscaba una salida, era porque estaba conmocionada, , pero en poco tiempo volvería a ser la de antes, que no olvidaría su esencia.

El mensaje de esa mirada era: ante la duda, apoyarse en la esencia, en lo que se «ES» pase lo que pase…digan lo que digan…conservar en la memoria los hechos del pasado , porque allí está la experiencia…

Siguió pensando, ahora con otra apertura…

Y concluyó en que el pasado es el Tiempo entre todos los tiempos. No es efímero como el presente, ni inalcanzable como el futuro. Por el contrario, es tangible y eterno, permite entrar en El, rescatar recuerdos y, hasta, volver a vivirlos. Es un depósito de pruebas que avala la esencia de cada uno.

…Y todo esto resumido en los ojos de su madre.

Entonces se acercó a ella, la abrazó, le dió un beso y la invitó a caminar juntas por la plaza.

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