Mi ángel guardián… ¿¡Por qué!?

Mi ángel guardián… ¿¡Por qué!?

Esa noche su mundo se paralizó para siempre. El doctor le informó la pérdida más grande de su vida. No había retorno, no existía esperanza alguna. Un frío recorrió su cuerpo al recibir la noticia, su alma se congeló desde ese minuto y para siempre. ¿Por qué? ¿Existe una explicación para esta tristeza? Tristeza. Desconsuelo. Angustia. Desesperación. Correr, tirarse al suelo, llorar… despedirse. ¿Por qué? ¿Por qué en un segundo nos arrancan a una persona de nuestra vida? ¿Existe una respuesta para semejante interpelación? ¿¡Por qué!?

Una gran pérdida. Un vacío total imposible de llenar. Un nudo en la garganta. Un dolor en el pecho constante. Se estruja mi alma cada vez que lo recuerdo. A veces logro sonreír al añorar uno de los tantos momentos bellos y agraciados que viví junto a él, pero siempre termina invadiéndome el llanto. Llanto. Tristeza. Impotencia. Rabia. Confusión. Vacío total. ¿Cómo nos recuperamos de la pérdida de un ser querido? No… el tiempo no cura la herida. La cierra un poco, la acaricia, la calma, pero no la cura. ¿Cómo encuentro ganas de seguir, de vivir, después de perderlo para siempre? No está, no vuelve, no va a volver… y mi corazón y mi mente no lo entienden, no lo procesan, no lo aceptan. ¿Existe forma de entender que ya no podré verlo, abrazarlo, tomar su mano, compartir una tarde con él? Te busco y no te encuentro. ¿Cómo hago para no extrañarte? Ver un partido de fútbol juntos, cocinarte torta fritas, tomar y compartir mates, mates y más mates; resolver problemas matemáticos junto a vos, escuchar con admiración tus explicaciones, tu sabiduría, verte trabajar y ayudarte o hacerte compañía… los recuerdos me invaden, me duelen. Me duele. Duele. ¿Existe vida después de la muerte? ¿Cómo se vive después de una muerte? Mi ángel… mi ángel guardián. ¿Mi ángel? ¿Dónde estás? ¿Por qué? ¿Por qué tuviste que partir? ¿Por qué sólo pude disfrutarte tan pocos años? ¿Por qué la vida nos arrebata a nuestros seres queridos? ¿Por qué me duele pensarte? ¿Por qué no puedo abrazarte? Tengo tantas cosas que decirte y agradecerte, pero no puedo verte. Te pienso. Te sueño. Te abrazo en mis sueños. ¿Dónde estás? ¿Dónde estamos? ¿Por qué la vida nos separa? ¿La vida nos volverá a unir? ¿Qué hay más allá de la muerte? ¿Qué sigue después de la muerte? ¿Qué queda en esta vida después de tu muerte? Vida… efímera, dolorosa, fugaz, precaria, frágil, dolorosa. ¡¡¡Duele!!! Me duele. Duele. Y yo tengo que seguir en esta vida indescifrable. Y yo tengo que vivir. Y yo vivo queriendo morir… morir, sólo para abrazarte una vez más.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS