«La Puerta Roja»

«La Puerta Roja»

RONI

21/02/2019

Una tarde de verano, tras observar como el sol se hundía lentamente con una hermosa luz anaranjada y brillante, cerré los ojos y aprecié dentro de mí una tranquilidad que apenas recordaba.

Entré en un estado de relajación asombroso, cuando emergió en mi mente de la nada una puerta roja.

No podía dejar de observarla, la serenidad que ansiaba sentir desde siempre comenzaba a recorrerme todo el cuerpo.

Al abrir los ojos ya había oscurecido y tenía que marcharme, pero, ¿qué significaba esa puerta? Era inevitable pensar en ella, sentía como algo había cambiado dentro de mí, mientras parecía que iba flotando hasta llegar a casa.

Cuando me fui a la cama una paz inmensa me inundaba por dentro, por fin iba a poder dormir tranquila y relajada.

A la mañana siguiente, desperté con una gran sonrisa, deseando que llegara el atardecer para poder revivir aquellas sensaciones.

Volví a aquel lugar y el sol comenzó a ponerse y al cerrar los ojos, allí estaba la puerta roja de nuevo.

La miraba con ilusión y empezó a abrirse muy despacio. Me embriagó la curiosidad de adentrarme, pero en ese instante, me asusté y abrí los ojos.

¿Qué era aquello que mi mente quería enseñarme?, no consigo comprender lo que está pasando, pero aun sin entenderlo, esa puerta me transmitía unas emociones que necesitaba, y sabía que debía entrar por aquella puerta.

Me tumbé en la cama y me concentré para poder verla, pero no funcionaba, por más que lo intenté la puerta no aparecía. ¿Será aquel lugar?

Debo descubrir lo que está pasando. Empecé a indagar en Internet algo que pudiera ayudarme, pero no sabía que buscar, no entiendo lo que está pasando, entonces, ¿cómo voy a encontrar nada?

Estaba atardeciendo y salí corriendo para llegar a tiempo, casi sin aliento me senté e intenté relajarme lo más rápido que podía antes de que se pusiera el sol. Era justo en el momento anaranjado en el que mi cuerpo se estremecía y mis ojos se cerraban.

Un suspiro salió de mí, allí estaba la puerta, seguía entreabierta, pero esta vez poseería el coraje de entrar. Así que, despacio me adentré.

Las lágrimas acariciaban mi rostro al descubrir un lugar que me iba revelando sensaciones a cada paso, un lugar en el que por primera vez me sentía viva de verdad.

No se parecía en nada a soñar despierta. ¿Me estaré volviendo loca? ¿Qué es lo que está pasando?

Nunca tuve la capacidad de recordar mis sueños, pero si esto es soñar, quiero estar siempre dormida.

¿Habré descubierto otra forma de vivir? Reflexionaba una y otra vez en lo que me estaba ocurriendo, pero con o sin sentido, era real para mí.

¿Y si mi vida comienza cuándo los demás duermen? ¿Y si los sueños son lo que se considera el mundo “real”?

Hacerme tantas preguntas realmente me está provocando mucha ansiedad, necesito encontrar la manera de ver la puerta roja siempre que quiera.

El verano estaba acabando, el sol se iba cada vez más temprano y el frío se aproximaba. Ya no podría pasar las noches en aquel lugar. ¿Qué voy a hacer ahora?

Tras inmensos intentos para lograr que la puerta apareciera, descubrí que sólo la puesta de sol la hacía mostrarse, pero no tenía que ver con aquel lugar.

Así que me lancé a buscar un piso que tuviese vistas al atardecer, porque después de descubrir este nuevo mundo ya no podía vivir sin él.

Enton…

—“¡Atchús!”

—¡Salud! Doctor

—Gracias, disculpa por la interrupción, aunque quiero aprovechar para hacerte algunas preguntas.

¿Sabes que los sueños nos ayudan a procesar asuntos que han quedado registrados en nuestro subconsciente?

— Como le dije anteriormente nunca he tenido la capacidad de recordar mis sueños. ¿Usted no cree que pueda existir otro mundo?

—Pienso que, quizás hayas despertado otra forma de percepción de la realidad en tus sueños y con ello has descubierto un nuevo mundo. Los sueños forman parte de la vida “real”, así que desde ese punto de vista tus sueños pueden ser parte de tu vida” real”.

¿Sabes lo que distingue la vida “real” de un sueño?

—Lógicamente, supongo que despertarse doctor.

La vida podría ser un sueño, muchos son los que lo han pensado a lo largo de la historia. ¿Y si ellos vieron la puerta roja como yo?

Nadie puede asegurar que es real y qué no lo es…

¿Cómo podemos saberlo? Sé que son muchas preguntas sin respuestas, pero,aunque la vida no sea un sueño, yo he encontrado una puerta que me lleva al mundo en el que de verdad quiero vivir.

¿Por qué no puede ser verdad que mi vida comienza cuándo los demás duermen?

Es difícil de creer, como en los cuentos de hadas, pero por primera vez en mi vida me siento feliz y creo que ver el mundo tal y como es está sobrevalorado, y si es locura lo que tengo, nunca en toda mi existencia pude ver con tanta claridad.

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