En la penumbra de mi desvelo recorro mis vivencias de un día agitado. Después de casi un mes vuelvo a escribir. Me encuentro con una angustia horrible, congoja, desilusión… todo mezclado. No se, me siento cansada de luchar contra el viento, la marea, el ser humano o de mi misma. Me pregunto ¿Qué quiero en realidad? ¿Qué me acepten como una igual en la escuela? ¿Igual a quien o a qué? ¿Cómo ser humano trabajador que me han asignado sin pretender otra cosa? O ¿como ser humano trabajador en una cooperativa de trabajo, que supuestamente es mía y tengo derechos a pretender algo más, si me esfuerzo en ello? O ¿realmente no me considero capaz por esa razón ni siquiera me lo insinúan? Entonces creo, que el Consejo o la escuela me pone a un costado y encima traen a una mamá de una docente, le dan las llaves y plena confianza, donde será ella y no yo la que cierre la escuela ¿Es porque han perdido la confianza en mi? Por esta razón mi angustia de sentir la poca valoración que me tienen.

A ver, que es lo primordial para mi… ¿Ser feliz? ¿Soy feliz? No, pero no quiero esto. Necesito la fuerza y confianza en mi. ¡Qué importan mis desvelos! Lucharé por alcanzar mis sueños. No todo esta perdido aunque mi vida se yergue de infortunios para luego ver la claridad. Tal vez soy yo la que aun no entiende que debo sucumbir a la consigna de mis desvelos. ¿Por qué tanto tropiezo? Si al final del camino siempre habra una mano amable en mi rescate.

No todo esta perdido…no… aunque con algunos altibajos, desacuerdos, inquietudes… es que, los seres humanos somos así, intolerantes, inestables, inquietos por pequeñeces que no llevan a ninguna parte… Pero, somos así.

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