Mi dios, ayer pase sembrando,
Hoy, padre, tengo una cosecha amarga.
Los odiosos cereales infestan mi boca
Y no se acaban.,
Y siempre están allí, en el silo del orgullo.
Padre, Gran Padre, dame el martillo de tu hijo,
Quiero romper los cimientos, quiero una nueva cosecha.
Un nuevo campo, una nueva semilla quiero,
Pero mi boca y mis brazos las producen, las esparcen.
Estoy cansado, muy cansado y asustado
Pide a Madre uno de sus anillos de oro,
Para renovarme, dios, padre, Gran Padre ayúdenme.
Mi alma no soporta ni el peso de una pluma,
Dios, padre, Gran Padre, madre, Gran Madre,
No quiero mi cosecha.
Quemen mi simiente, cierren mi campo, necesito paz.
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