DIFERENTES FORMAS DE VIVIR LA VIDA

Si Sócrates decía: Yo solo sé que no sé nada.

¿Qué voy a saber yo? – Jubilada, ama de casa. Más todavía me quedan los cinco sentidos, con los cuales aunque no puedo descifrar ni entender los conocimientos de la filosofía, sin embargo, puedo algunas veces admirar a mi alrededor las bellezas de la naturaleza.

todavía siento el latir de mis cinco sentidos repartidos en mi cuerpo envejecido. Poseo dos ojos para admirar cuanto me rodea, dos oídos para empaparme de las conversaciones entre mis amigos, el gusto para deleitarme con los últimos roscones de LOS REYES MAGOS, el olfato para distinguir el olor de mi calle y el tacto para poder abrazar a mis seres queridos.

En cuanto dejo mi portal, disfruto con el calor que emiten sobre mi cuerpo los intensos rayos del sol, otras veces, la llovizna salpicando mis pies y siempre contemplando las figuras de mis seres conocidos, entablo con ellos pequeñas o largas conversaciones, paso a «NUNOS» la pastelería de enfrente para deleitarme con sus golosinas y envolviendo a mis amigos entre mis brazos para desearles un feliz 2019.

La vida es la energía que llevamos dentro de cada persona, es decir, la forma de plantearte tu camino. Decía CALDERON que «LA VIDA ES SUEÑO», «SUEÑA EL POBRE QUE PADECE SU MISERIA Y SU POBREZA», sí, desgraciadamente para algunos su camino es más pedregoso; tiene demasiadas revueltas, sin embargo otros tienen la suerte de asentar su cabeza en un sendero mas llano. Quizás,¿ es lo que te depara el destino? la fuerza oculta en nuestro interior, para unos gozar y otros sufrir complicaciones. En lo material y también en lo visible, unos desean más y eso les hace el camino sinuoso y complicado. También existen los que se conforman con menos y recorren un camino menos abrupto, disfrutando solamente de lo bello. Generalmente el goce de vivir te lo marca el destino: Dios- energía, y la forma de ser interpretada por cada uno.

La filosofía, para mi simple conocimiento, la encuentro muy difícil de asimilar, aunque cada cual la interprete a su manera.

Por mi parte pienso que la filosofía es la forma de entender las vidas por cada uno. Difícil de digerir y, sobre todo, de practicar, cada uno, como sus genes se la impongan.

Todavía a mi edad y siempre intentándolo, no he sido capaz de comprender este dilema.

Sabemos existen la moral, la virtud, el deber, sufrimiento y también la felicidad entre comillas y el buen vivir.

Pensando individualmente, para algunos la filosofía está simplemente en el vivir cada día, la vida es bella dicen, hay quien opina está en la verdad, en la belleza de las cosas y palabras, su mente y lenguaje.

Contemplando la filosofía individualmente, unos nos afanamos por la naturaleza de las cosas, mientras los demás disfrutamos del espectáculo.

Vivir la propia filosofía, a lo mejor no sea filosofía, pero los inexpertos solamente tenemos ante nosotros aquello que nos gusta o no.

Siendo niña, viví la filosofía de mi padre, puede que por tratarse de mi padre fuera la mejor.

Un hombre sin ambiciones, en lo material, las justas para el sustento de la familia. Amigo de verdad de todos sus amigos. En un pueblo de 20.000 habitantes, gustaba de sacarle jugo a cada día de su existencia. Toda su pasión eran sus tertulias y el trato con la gente. Sus amigos no eran de su condición y se afanaban en lo material, en sus negocios y trabajos importantes.

Mi padre solía contarnos que, cuando salía con algún amigo por la noche, siempre le decían: Tomás ¡qué bien lo hemos pasado! charlando de tantas cosas bellas de nuestra juventud, tenemos que repetirlo. Nos comentaba que todo el mundo le decía ¡Qué feliz eres Tomás!-para luego continuar; pues si yo no hago nada de particular. Precisamente, en no preocuparse demasiado de las cosas banales de este mundo le proporcionaba la ansiada felicidad. Siendo amigo de todos, alegrándose de todo lo bueno que acontecía a sus amistades. Entonces sus amigos se encontraban felices con él charloteando y le decían: Tenemos que cambiar Tomás, no vamos a preocuparnos tanto de las cosas materiales, más al día siguiente, ya estaban enrollados en sus cosas y cada cual volvía a sus inquietudes, preocupaciones, asuntos relacionados con sus negocios, dejando escapar aquellos ratitos de felicidad. solamente escuchaba sus inquietudes e intentaba pasar un rato de entretenimiento. ¿Quien tenía razón?

El ser humano es muy complejo y la corriente que llevamos en nuestro cerebro actúa de muy diferentes formas.

Dicen que de nuestros cinco sentidos, el gusto es el último que perdemos.

Así, recuerdo a mi querido padre, postrado en la cama, consumiendo la casi inexistente energía que le quedaba en aquel su cuerpo y yo su hija única dándole a degustar un cuenco con fresas, era el 22 de Junio del 1969, tanto era su amor por este manjar que, hasta consumir la última gota de su energía, me iba abriendo su boca para que le volviera a introducir una fresa más. No le hacía falta nada, la fresa, a un lado su mujer, enfrente su yerno y como colofón la banda de música interpretando la marcha de San Juan de camino al coso taurino de nuestro pueblo natal. Dentro de lo cruel de dejar una vida tan preciada, fue una bonita forma de despedirse. Sencillamente su cama habitual, unas fresas en su boca y el eco de la banda de música camino de su redondel, su afición favorita. Se iba con la conciencia tranquila de haber hecho siempre el bien.

Como colofón imborrable a esta despedida ,el recuerdo eterno de su mujer, yerno y yo su hija, en fecha tan memorable, empapando sus sábanas blancas como si de un mantón de Manila se tratase, con nuestras lágrimas silenciosas Y … la vida y la filosofía siempre regando nuevas generaciones.