El ser y el seré…

El ser y el seré…

Pepe Del Rincón

08/01/2019

Pasamos la vida, buscando nuestras verdades. Unos no la encuentran, no queda otro remedio que refugiarse en la meditación y en la reencarnación para asumir que habrá otra oportunidad. Hay otros que creen haberla encontrado, y es éste el peor estado, pues pasan la vida engañados por sí mismos, creyendo que siguen un camino lleno de bendiciones otorgadas por esta «verdad» pero carecen de honestidad, esa honestidad que te dice que lo que observas; que tanto te desagrada es leve frente a las cosas que terminas haciendo. Alguna buena voz te hace llamados de atención, pero la misma voz te tranquiliza diciendo: Tranquilo, ya aprenderás, ya lo harás… Y esa sensación de postergar es la que te mantiene dando giros en lineas de caracol que sólo te llevan al interior y exterior de la superficialidad, pues ni si quiera te llevan a ti.

La aceptación, dicen algunos pensadores orientales, es la forma más sabia de andar, muchos confunden esta aceptación con el conformismo, que no es otra cosa que el coco, o el lobo que el sistema consumista nos ha puesto para dominarnos a través del miedo… La mente nunca estará satisfecha, el ser, sólo cuenta con este instante, y no el seré, pues el seré es una bendita ilusión que, si bien es cierto nos hace avanzar en busca de.., es una mentira, es inexistente. El ser y el seré, claro que son lo opuesto a la nada y al no seré, ambos con sus antónimos se niega y se alaban, se señalan y se ignoran, pero son estos complementos universales los que asisten o ausentan la existencia. Es muy poco lo que vemos, lo que padecemos en nuestro día a día, el universo real, donde ocurren las complejidades está dentro de nosotros, y el Ser y el Seré una luz que el motor de esas complejidades oprime.

Quién soy. Pregunta originaria que inició esta caravana de ideas en la humanidad… ¿Pero el preguntarse quién soy, determina realmente lo humano? ¿Es humana la indiferencia, ante los problemas de nuestro próximo? o de nuestro prójimo. ¿Son humanas las matanzas de animales, la destrucción de los bosques? pero bastante trillada que está la protesta. La cuestión es que con el vestuario de la indiferencia seguimos postergando El Ser y afianzando el Seré. El Seré, sin el Ser, menuda ridiculez en la que hemos estado cayendo una y otra vez.

Los medios obedecen a este patrón que el sistema ordena. El déjalo para después, se daña y compras otro, muere y revive, trabaja y serás rico, y siendo rico es donde te espera la felicidad, la belleza, el reconocimiento… El Seré. Otra cosa que desde niños también nos dicen es: «estudia para que seas Alguien». Seas, de seré. Predicciones erradas que in visibilizan el hecho de que antes de nacer ya eres alguien, al menos para que quiera verte e imaginarte. Y si jugamos al Ser, quién soy, a parte de un ente en un cuerpo, o de un espíritu encarnado en un vehículo. No hay respuestas generales, creo que la respuesta al Quién Soy, no existe; es la pregunta que no debe tener respuesta, pues somos seres cambiantes y nunca sabremos quienes somos, pero sí es necesario, vital y saludable, preguntarnos esa originaria pregunta todos los días de la vida, porque sería un recordatorio a que nuestro cerebro puede operar más que la utilidad que le damos en la cotidianidad, y que nuestra espiritualidad debe mantener al mundo, ya que desde que la ocultamos, hemos venido involucionando como raza.

En momentos de crisis económica, como los que vive mi país, hemos visto lo inútiles que somos, los animales han prevalecido y nos han dicho cono el lenguaje universal de las acciones, que ellos sí han sido verdaderamente libres, mientras no estén cautivos, ellos son libres y conocen el significado de la vida, sobre todo, conocen el Ser. Ellos no necesitan que los alimente, tampoco que alguien arregle sus problemas y conocen muy bien sus códigos de respeto y convivencia. En cambio nosotros, si no hay comida para comprar, no hay nada que comer, si no hay repuestos, entonces no hay funcionalidad de aparatos. Se nos olvidó el ingenio, se nos olvidó sembrar, se nos olvido construir, se nos olvidó pensar..El Dios Omnipresente del Dinero nos dio la espalda y sólo esperamos su llegada, su resurrección, mientras tanto sigo creyendo en el yo Seré…

Otra de las cosas que ocurren, es que en el amor, andamos buscando a nuestra madre o padre como reencarnación en nuestra amada o amado, situación completamente normal para algunos psicólogos, pero hay personas que vamos cambiando de pareja, una y otra vez; y seguimos buscando hasta que buscar se hace natural y nunca estuviste conforme. Pero en ese instante, donde el Ser reclama atención y te sientas en tu mecedora íntima a verte, a observarte, también te visita el Yo Fui o el Yo Era, te das cuenta de que la vida pasó, no había más, le otorgaste el Seré a la otra persona, y como el seré es tan efímero, tan cambiante, tan inconforme, se marchó, para que llegará otro u otra y así sucesivamente repetir el procedimiento.

NO creo en los libros de auto ayuda, que muestran hermosas fachadas y niegan la raíz del asunto, aunque temo sonar como tal, considero que gran parte de nuestros problemas ( y menos mal gran parte, porque tampoco se puede vivir sin problemas) es ocuparnos del ser a cada instante, para así conocernos, y si me conozco… Te conozco.

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