Mis Grullas de Cartón
«Dejar que mi lápiz hurgue, sobre el folio olvidado. Dejar que corte y abra, su pecho blanco, y dejarme al fin que yo vea, el siguiente latido, de su corazón». I «… yo les ataba miles de mis fantasías a su suave planeo, a ese resbalar de alas abiertas,…» Abatido. Sorprendido … ¡Mi cielo ha...