«Gardenias, Amapolas y otros milagros»

«Gardenias, Amapolas y otros milagros»

Silvia Ruiz Diaz

15/09/2018

Gardenia

De las cumbres más altas vengo
Por eso soy altiva.

De las nieves más frías vengo y del oso polar, y del armiño
Y de salinas…,y esa otra alba siempre, de la nada

Y del nácar y el brillo de la brisa cuando sube,
cuando amanece y ¡parte un rayo!
de esa naranja que se anuncia y que ¡ya estalla!

Habitaré tu jardín por unos días,
si me das de beber y me dejas soñar,
y conscientes que me bañe el sereno mientras duermes

Te regalaré el perfume en la mañana y partiré en unos días
con la aurora
sin llorar
como soy

altiva
blanca.

Amapola


Imposible imaginarla sin el viento,
Hija del Dios Eolo, no hay duda.
Lánguida bailarina misteriosa
de prestigio perdido algunas veces…, y olvidada
viene de lejos balanceándose y sin pedir permiso
abre el paracaídas
y se anuncia apenas, está ahí, íntegra y bella
¡No la toquen! No la rosen, no la soplen
Puede que su pureza se mancille
Es virgen, está intacta, es doncella.

Malvón

Rústico, erguido, olvidado.
No sé si fue la moda o algo así
pero no he visto los malvones de la abuela
en los jardines, en balcones, en veredas.

¡Eso es un yuyo!, mala hierba, una plaga
No tiene prensa y otras cosas escuché
Sin embargo un buen día lo vi erguido
aunque algo deslucido…
vestido de entre-casa, algunas ropas viejas otras nuevas.

¿Eres tu?

Yo seré opaco pero noble
y seré pálido pero verde al fin
y seré friable pero mis heridas curan pronto
y se reparan como si nada
De algún lado emerge otra mano,
otro pie, otra cola, otra cabeza.
Tengo la buena suerte de inventarme,
de re-inventarme y camuflado
entre las flores más bonitas me destaco
floreciendo y creciendo, floreciendo y muriendo,
floreciendo y cuidando al final
más que nadie el jardín.
¿Saben? Yo fui el primero en El Edén que castigado
quedé excluido sin haber comido nada indebido
pero acá estoy.
Sí, soy Malvón.

Margarita

Hay amores que viven,
hay amores que matan,
hay amores que mueren

Hay amores efímeros
hay amores perennes
hay amores platónicos

Amores escondidos
amores enfermizos
amores dependientes
amores generosos

Pero hay otros amores
……………………….
que levantan las cejas
detienen los zapatos
miran lejos y piensan
a veces un minuto
a veces muchos años
y es entonces que vienen
a buscarme y me llevan
para sacrificarme
Yo les digo lo mismo a todos:
sí, “te quiere”
porque de todos modos
ellos sólo oirán
eso
y nada más…

Violeta

Pobre de mí viejecita y olvidada
En los resquebrajados y añejos canteros
despintados de la vereda
que nadie mira,
sólo si tropieza
Maldiciendo se vuelve alguien y dice:
¿Quien esta porquería puso en mi camino?

– Oye un poco viajero, apurado y severo
¿que tan rápido necesitas
llegar sin ver que si me esmero un poco, un poco más
lograré escalarte y subirme a tu porte elegante
y prenderme del lado más izquierdo
y al corazón valiente llegar con mi simpleza?,
la de la violetera. ¿la recuerdas?

Rosa

Primorosa
Glamorosa
Vanidosa

Rayito de sol

De la tribu urbana Punks copié el peinado
sólo el peinado doy por aclarado
y el color fucsia nada más.
¿Vida nocturna ? ¡Cero!,
más bien soy del aire puro, del yogurt…, del yoga.

Al ocaso sin más trámite me duermo.

Lo decide la aurora, ella me va diciendo
cómo y cuándo debo despertarme
Siento entonces un pequeño plumero
que me acaricia el alma y me incorporo
abro mis rayos y quedo exhausto
ante tanta beldad y brillantez
me rindo y lanzo hacia el albor
presurosas flechas de amor.

Magnolia.


Gigante luminaria exagerada
Águila de las flores
Reina de la selva
cubre las calles de Montevideo
Magnífica está adornando las veredas
por las noches cubre los asientos
de los furtivos amantes clandestinos
Por las mañanas perfuma en cambio
los amores serios, permitidos…
y a distraídos niños va cautivando
esperando que pase Filisberto
y se lleve en los ojos su blancura.
¿Su Tiza? ¿Su Nácar? ¿Hueso?
¿Rosa? ¿Coco? ¿Pastel?

Todo color será devuelto en su momento
pero su aroma quedará rondando
en los ojos, en la boca, en los gestos
del mas remoto al mas reciente
de esos locos, enajenados, disfrazados de juiciosos.

Flor de Nácar


Pequeñito parece confitura, en las manos de la novia de la torta.
Sueña que alguna vez será el ramo de la novia verdadera, la de carne y hueso.
– ¡Sueña!, que soñar no cuesta nada.

Claveles


¡Allá van! acompañando a los vivos
blancos, amarillos, púrpuras y bellos
hacia los esbeltos pinos de las brañas
Los vivos giraran sobre sí mismo y volverán, en cambio
ellos se quedaran dentro de un frasco, de un florero con agua muy barato
y serán en breve también una osamenta.
La ofrenda ya se hizo, ahora a:
descansar,
comer,
limpiar
tirar
sobre todo tirar.

Calas

Sedientas insaciables garzas que parecen ser de tiza
encharcadas de barro y agua y sin embargo impecables
levantan una pata por vez y su naturaleza les permite
mantener la balanza y el orgullo
Giran sus cuellos y los picos se levantan, fálicos y vigorosos
y es entonces que por arte de magia
se abre una nube y baja
Diego Rivera sonriendo embelesado,
campechano, apurado y en sus manos papeles y un pincel
para hacer un mural parece ser.

Alelí

¿Qué está pasando ?
Ya es abril
Ninguna ninfa por aquí.
No ha venido curiosa alguna abeja?
Ningún colibrí quiso el néctar de las flores vecinas?
Y digo yo ¿ningún Alisio, algún Pampero o Zonda ha soplado por acá?
Ningún Monzón o una suave brisa costera te trajo el polen que esperabas.
No te preocupes, no es pecado
Cuando de nuevo salga el sol
le pediré prestado algún rayito
lo pondré a una mágica varita
y tocaré tus mustios tallos

y veré igual sobre tus mas pequeñas hojas
una ficticia florecita de alelí.

Girasol

¡Quién diría que semejante culpa lleva consigo
el gigante amarillo enamorado!
¿Será que una traición esconde el alma?
Se lo ve embelesado ¿o una veleta guía su corazón?, ¿o su cabeza?
Nada distrae sus hojas ni sus granos.
En la noria todo está pensado.
Debe adorar la corona
y al rey.

Alegría

Cuando despunta el día y nace tibio el sol
yo río
Cuando caen las gotas apuradas
yo río.
Si alguna vez la tierra se agusana
yo río.
Algunas veces me ha pasado que el granizo o la tormenta pega fuerte
y entonces yo ese día no, pero mañana, río
porque he comprendido ya a la vida
y serena bebo sin sorber y sin en cazos guardar
solo abriendo los labios
y esperando que caiga el manantial.

Flor de Liz


¡Ay, la soberbia!
de la hermosura, de la ternura,
de la riqueza de los colores,
de la armonía del arco iris
de sus manitas saludadoras
enalteciendo palmas arriba
los temples briosos
del los Scouts
De su flequillo ¿dejado al viento?
como al descuido
yo lo descreo, ¡es producido!
Viene de lejos, de sus ancestros,
historia heráldica valiente y fuego
y de la sangre que hay en su savia.
y que no pienso que sea blanca.

¡Hay la soberbia!
del poderío, de aguja necias que marcan nortes
de oscuros hombres de oscuras mafias
que marcan frentes a hierro caliente
¡Hay!, la soberbia
viste de gala la vanidad.

Camelia

Detrás del caserío
donde pasan madres y niños
del pobrerío
por las calles de tierra
del Volcadero
luce una extraña figura
…………….
una forastera

A su manera ellos, los pobres
son felices también.
de encontrar un objeto,
una ropa, un zapato, un juguete roto…, un trozo de comida
Molina Campos los vio
y subió
con urgencia al atelier

Y ella tan lujosa, majestuosa
tampoco sabe que cruzando la capilla
subiendo la barranca y el barrial
hay otro mundo ajeno que es mejor.

Azahar

Cada vez menos el agua pesa
bajo de los remos
no hace falta moverlos…
lo hacen solos
un pez salpica el bote
croan las ranas

De las islas de enfrente, del Paraná, del Delta
surge de pronto una fragancia

…como del patio
de los ladrillos

…como de noches de primavera
en los salones del club del pueblo

…como a luciérnagas, miles, millones
mientras la radio suena despacio para mi padre
Ya hemos cenado y aun es temprano
Hay que hacer tiempo para dormir

¡Ah! Si!… como decía
que el agua pesa
cada vez menos bajo los remos
y al balanceo solo interrumpe
un gorgorismo de vez en cuando
o el zumbido de algún mosquito.
o nuevamente una ondanada
que llena el alma
como un perfume del azahar

Orquídea


Salvaje y hosca permanece muda
Ni un desliz hay en sus ojos quietos
inmutable ante las miradas
muta si la molestan demasiado
muere impávida si la trasladan donde sea
resucita ella donde lo desea

Eterna…, pavonea mil colores
miles de formas enseñorea
y distante, lejana, ausente templa el aire
para que, cobras fascinadas los humanos
se levanten y dancen su
música

El silencio

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