CAMINO A SANTIAGO. Las Peregrinas (Mapy e Isabel)

OCTUBRE 2016. Nuestro milagro ¡¿Porque milagro??

El hecho que ninguna de las dos peregrinas a Santiago de Compostela (Mapy y quien se los cuenta) no nos hayamos lesionado, lastimado, caído, tropezado, …para nada(ni un roce o ampollita siquiera) a pesar de haber paseado, caminado, recorrido casi “a campo traviesa”, marchado por caminos de trocha, haber trepado-no pocas-empinadísimas lomas, haber podido sortear calzadas húmedas y pedregosas, atravesar oscuros y solitarios bosques, a veces acompañadas de un clima primaveral y benigno, y otras bajo un brillante e incandescente sol…el famoso sol de España, nunca el frío ni el calor se tornaron un impedimento, tuvimos que aprender a caminar bajo la lluvia…sin mojarte los zapatos (todo un arte), y así como casi siempre transitamos por iluminados caminos bendecidos por la divina luz del día, también aprendimos como caminar-seguras-entre penumbras, el camino lo hicimos -en gran parte-en grata compañía, en pequeños o en grandes grupos, conversando, riéndonos, escuchando radio, música, muchas veces en franca algarabía (aun bailando…sí…Bailando) , así como también en absoluta soledad-soledad nuestra-, aprendimos a caminar con o…sin energía, a caminar renovadas y llenas del placer que te brinda un nuevo día así como a disfrutar y saborear el triunfal final de la jornada… aunque estecemos literalmente extenuadas ; aprendimos a caminar, a levantarnos , sentarnos, y acostarnos adoloridas…pero felices, aprendimos a avanzar con o sin hambre, a recorrer el camino con o sin peso (la mochila), a aguantar dolores y cansancios, a resistir todo por cumplir una meta, y a cruzar sin miedos…añejos y crujientes puentes…

Aprendimos…que Sí se puede… y el simple hecho de haber vivido en tan poco tiempo y durante muchos kilómetros …tantas y raras aventuras!!…!!ES UN MILAGRO!! —

Un viaje especial, una peregrinación…¿Y qué es esto?, peregrinar es viajar hacia un lugar sagrado, un recorrido por múltiples motivos que muchos realizamos aunque sea una vez en nuestra vida, en búsqueda de ese alimento para el espíritu, caldito para el alma, y resulto ser éste una resucitadora jornada , un vivificante viaje de una semana de peregrinación, viajábamos acompañadas de un grupo de personas de distintas nacionalidades, así como de un espíritu de batalla, sabíamos de antemano que lo lograríamos, pues en nuestros genes esta toda la información que necesitaban nuestras células para funcionar de maravilla, tal y como así lo hicieron , ahora podemos decir.

Que la Misión Imposible (así parecía) …fue: ¡Misión Cumplida!!

¡Camino para recordarlo Toda La VIDA!

El tren hotel salió puntualito a las 10;45 pm…con todo el ahogado y “moderno” ruido de las locomotoras actuales, lenta corría por “durmientes”, que a esa hora por supuesto, dormían placidos, para más adelante impulsada por sus potentes motores, trepar, traqueteando un poco subir y virar a veces tan abruptamente que yo, quien viajaba en la parte alta de la litera… tenía que sostenerme y comprendía el porqué de ese artilugio o tope a la izquierda en mi litera que me recordaba a las camas de bebe…

Y, luego de 8 horas de nocturno y vivaracho vaivén, que nos obligaba también en ocasiones a mover las caderas para nivelarnos y no caernos al piso, llegamos …a Sarria y casi que nos quedamos, sin apearnos.

Les detallo: Dentro del servicio, hay un empleado a bordo del tren , que está para advertirnos a todos los pasajeros , la hora “segura” en que estaríamos arribando a nuestro destino, por ello antes de retirarnos a descansar y luego de haber hecho un tour entre los vagones del tren en movimiento, nos preguntó si deseábamos que él nos despertase y por supuesto le dijimos que muy amable de su parte, nos anunció que media hora antes de nuestro destino, nos despertaría y así…quedamos de acuerdo.

–Por ese detallito, cuando él “vigilante” volvió por segunda ocasión a golpear a nuestra puerta, era ya, de una manera imperiosa urgente , podríamos perdernos de nuestra aventura y respirando atropelladamente…presurosas nos vimos precisadas a casi literalmente “tirarnos” del tren que ya amenazaba cerrar sus puertas, como lo hizo efectivamente casi rozando nuestras espaldas..

Eran justamente las 6,40 am…y la cerrada oscuridad que nos envolvía nos recordaba a una madrugada cualquiera y la temperatura que nos recibió abruptamente nos recordaba nuestros queridos paramos ecuatorianos…

En la noche en nuestro recorrido o tour para conocer el singular trenhotel, en uno de sus ambientes o cabinas múltiples, conocimos a una “amiga” española que también viajaría hasta la ciudad de Sarria para iniciar con el mismo grupo de Escapada, el camino a Santiago, y justo fue a Isabel Beatriz, quien nos esperaba al apearnos del tren, ella estaba muy aprehensiva y ..al recibirnos, atino solo a decirnos:

–“Yo…estaba asustada…creí que ustedes no alcanzarían a bajarse del tren” …

¡¿Qué les paso??…porque no bajaban??

Luego de la respectiva explicación, entendimos que por un pelito…casi nos quedábamos de nuestra aventura

Al llegar a la ciudad de Sarria , ella lucia silenciosa y aún sumergida en la forzosa oscuridad octubrina de esa región, y sus calles aun desiertas nos invitaron “obligatoriamente” a recorrerlas en busca del albergue San Lázaro, sitio de reunión convenido con el grupo de Escapada, al que habíamos contactado por internet con muchos meses de antelación , así nos asegurábamos la ayuda muy necesaria en nuestro camino.

Pocas calles abajo , llegamos a la hospedería, y así envueltas en las penumbras de la noche ingresamos con algo de temor al gran patio de aquella casona fría y oscura, apenas ingresar abordamos la salita que lucía con todos los preparativos para servirnos un frugal desayuno con galletas y caliente cafecito…y de inmediato decidimos, agradecidas desayunarnos…y esperar por más instrucciones, claro además nos permitimos conocer y recorrer el área donde los compañeritos de aventura, habían pernoctado durante la noche , lucían las enlistadas literas aun revueltas y tibias, y nos daban una idea de cómo serían las demás hospederías que nos esperaban en el camino, sencillas pero cómodas y suficientes para cuerpos cansados y necesitamos de abrigo urgente.