Cuando era tan solo un niño, en aquellos tiempos en donde la inocencia y la pureza, por no decir ingenuidad, hacía que el mundo pareciese no solo asombroso sino ademas inabarcable, solía redactar breves cuentos, casi todos similares, me animaría incluso ahora, con un supuesto mayor entendimiento de como funcionan las cosas, a decir que era una misma historia que narraba reiteradamente desde diferentes perspectivas, pues siempre aparecían mas o menos los mismos personajes, aparecía quien en aquel entonces era mi único hermano, pues hoy ya somos cuatro, mis abuelos, aunque uno ya no esta, y mis padres, también algunos de mis primos, no recuerdo bien cuales, supongo que con los que mas acostumbraba a divertirme. Toda la familia zarpaba en un inmenso barco de esos que en tu imaginación parece no puedes siquiera abarcar de popa a proa, ahora conozco mas de barcos, pero a una de edad que no escapaba de entre 7 u 8 años, con proyectar la imagen en mi cabeza y poder narrar lo que iba sucediendo en aquel barrio flotante ya podía uno dárselas de gran novelista. Se que en mi historia nos dirigíamos a Europa, pues en uno de esos manuscritos, que seguramente este ya por cumplir sus primeras 15 primaveras, el único del que puedo dar certeza de que haya sobrevivido, y solo porque las abuelas tienden a guardarlo todo, nombraba a Europa como destino a alcanzar, seguro creía entonces que Europa era un gran país, de todas formas no es una mala idea, quizas ni se aleje tanto de lo cierto. Honestamente no se si aquella narración tenia un objetivo, quiero decir un por qué, pues el objetivo era claramente el viejo continente, pero el motivo de ese viaje no quedaba claro, a o mejor si volviese a ser niño lo entendería, los niños hacen, no planifican tanto, simplemente van sin prepararse un por qué, pero ahora ya estoy un poco crecido y solo puedo intentar explicármelo desde el lugar en el que estoy, de todas formas ese niño soy yo, al menos quiero creer que no me ha abandonado, deseo que nunca lo haga, si hoy me apoyo en mucho de la literatura y la filosofía que he estado consumiendo, incluso en teorías psicológicas, podría ver el manuscrito como un anhelo de mi niñez, un anhelo a cumplir, pero ¿cual es el deseo?, pues siempre he querido ser escritor, eso si lo se, podría que eso sea, el manuscrito me estaría señalando una carrera, una forma en la que desearía vivir, increiblemente hoy estoy comenzando a largarme a escribir con mas confianza, pero ¿porque el barco y toda mi familia?, talves deseaba viajar con mi familia, o solo ir ha vivir a Europa. Tampoco creo poder suponer mucho mas por lo que leí en mi infantil narración, hoy solo se que estoy a punto de publicar un libro, el mas importante de mi vida, también es el primero, se que he escrito varios cuentos cortos y que a través de uno les cuento todo esto, también acabo de enterarme que mi familia ha obtenido la ciudadanía italiana que tanto anhelaba, mi padre ira a vivir a España el próximo año, si todo sale bien podremos ir con mis hermanos mas adelante a conocer, me encantaría pasar por todas esas hermosas e históricas ciudades, la tierra de Da Vinci, donde pinto todas esas majestuosidades, las ciudades por las que anduvo el gran Cervantes y su quijote, la Atenas donde dio catedra el grandisimo Socrates, ya saben, esos y muchos mas que por ser tan grandiosos incluso se sospecha de que hayan sido mas que leyendas. Al final solo puedo creer lo que me es mas conveniente, seré escritor y también viajare a Europa, conoceré el mundo y cuando mi familia no pueda acompañarme la llevare siempre en mi corazón, ese sera mi barco, mi corazón, el que me llevara hacia mi felicidad, quizás el breve manuscrito no deje de ser algún tipo de profecía, creo en eso de que cuando niños sabemos realmente lo que queremos para nuestra vida, hoy comienzo nuevamente a sentir que se lo que quiero y es eso, lo que puedo deducir de aquel cuento de mi infancia, hoy siento que comienzo a encontrarme y a saber quien soy, seguramente el cuento era un sueño a seguir, quizás también un aviso de lo que se vendría, de todas formas ambas interpretaciones convergen en un mismo resultado, quiero creer que es así. Por un momento me imagino escribiendo, escribiendo cosas interesantes, de las que me guste hablar y que fascinen al publico, viviendo de lo que escribo, pasando el verano europeo junto a mi padre y el verano sudamericano junto a mi madre, yendo y viniendo, por todos lados, pero siempre escribiendo, de solo imaginarme eso me invade por todo mi ser una inclasificable felicidad, hoy siento que se lo que quiero, se lo que quiero para mi vida
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