Experiencia de vida

Experiencia de vida

Son las 9 de la mañana que nerviosa estoy hace 12 años que no les veo… ¿Y si el avión se cae? ¿ Y si ya no es lo mismo después de tanto tiempo separados? No hacía más que hacer 1000 preguntas en mi cabeza que realmente no tenían ninguna respuesta. Volvía a Argentina, después de 12 años volvería a ver a mi familia, mi casa, mis perros, mis amigos… No entendía por qué estaba tan nerviosa hasta que lo entendí ver a mi familia significaba perder al amor de mi vida y tenía que elegir… No tendría por qué haber sentido esa sensación pero lo sabía viajar a mi país significaba que él pudiese perder la cordura debido a los km que nos separaban y que todo terminará…

Ya son las 15:30 de la tarde llego a casa y estabas ahí en el coche sentado con tus aires de chulo que son pura fachada, te beso, subimos a mi casa, me ducho y nos disponemos a salir hacia la estación… No puedo evitar que broten lágrimas de mis ojos al mirarte y no saber si sería la última vez que te vería, nunca nos habíamos dicho te quiero y creía que ese era el momento idóneo por si no volvía a verte pero el miedo pudo conmigo y de mi boca salió un «te echaré muchísimo de menos» vos frío como siempre reaccionaste con un alejamiento, una risa y un «yo también un poquito».

Llegó la hora, debo entrar al tren, me despido con lágrimas y un beso detrás de otro deseando que el tiempo se detenga a nuestro alrededor y así nunca marcharme de tu lado, pero por suerte o por desgracia aún no tenemos ese don.

Viajamos mi madre, mi padre, mi hermana y yo. Mi hermana y yo llevábamos 12 años sin ir, mi padre 15 y mi madre 8.

Por fin llegamos, bajamos del avión y un escalofrío recorrió mi piel al ver «Aerolíneas argentinas» y mi amada bandera!

Al salir estaban mi abuela, mi tía, mi tío y mi abuelastro (no se si está bien dicho pero le llamo así desde que está con mi abuela). Todo fueron abrazos y lágrimas debido al reencuentro. Subimos al coche y nos pusimos en marcha hacia nuestra casa. Estaban esperándonos con todo preparado. Llegamos. Bajamos del coche y fuimos sin pensar en nada hacia dentro, dios, es inexplicable lo que sentí al abrir ese picaporte, al entrar a mi casa y revivir tantos momentos que vivían grabados en mi memoria y por fin pude sentirlos sin sólo imaginarlos.

Todo era perfecto, hablaba con mi pequeño gruñón todos los días, me levantaba, me hacía un café con leche, agarraba mis ‘pepito’ salía al jardín, saludaba a mis preciosos perros, dejaba mi desayuno en la mesa (que se situaba en medio de ese hermoso patio) y les daba la comida a mis 3 terremotos. Luego pasaba el día con mi familia y mi mente retenía nuevos recuerdos maravillosos para cuando volviese a irme sin fecha de retorno.

La primera semana fue perfecta. Pero claro nada puede ser perfecto de hecho he de decir que sabía que algo fallaría. Pasaron 8 días y fue en ese momento, fue ahí cuando nosotros pasamos de serlo todo a ser nada. Fue una tontería sólo te echaba de menos y quería verte pero vos querías ver un combate y no tenías tiempo para mi. Me sentí mal y te propuse dejarlo, tu respuesta fue un ataque diciendo que yo hacía esto y aquello sabiendo que te quería, sabiendo que era incapaz de hacerte cualquier tipo de daño. Y ahí acabo, ahí yo perdí mi dignidad y mi compostura y dije mil barbaridades que no pensaba por que me sentía mal, hoy se que no tenía excusa y que podría haber actuado de otra forma pero nadie es perfecto y me sentí dolida.

En Argentina tuvimos paro nacional y se cancelaron los vuelos, el nuestro se retrasó 5 días más. Me pasé 15 de esos 21 días llorando, hoy pienso y me arrepiento de todo, no por él sino por el simple hecho de que no disfruté de mi familia, del verdadero amor que debía cuidar, de las personas que no sabía cuando volvería a ver. Ya pasaron 4 meses de todo lo sucedido, yo cada día recuerdo lo mal que lo hice y el tiempo que perdí llorando en lugar de estar con ellos, pero, juro que algo haré para compensarlo. Y si se preguntan que fue de nosotros al yo volver a España he de decir que nada, no volvimos a vernos, igual cruzamos 2 palabras sin sentido por alguna red social pero que lo único que realmente hizo fue hacernos más daño. Su orgullo ganó su batalla y el mío apareció para que yo no me perdiese a mi misma y he de decir que con esto aprendí que nunca debemos dejar que una persona que no sabes lo que va a durar en tu vida arruine momentos con las personas que realmente siempre estarán a tu lado:

– LA FAMILIA.

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