Los vampiros strigoi son la única raza de vampiros que no nacen siendo vampiros si no que son humanos que se convierten cuando otro vampiro strigoi los muerden. Por eso ellos no pueden tener hijos. Son los vampiros clásicos. Cuando quieren tener familia muerden un niño humano y se lo llevan. Antes esto de morder niños humanos se hacía como por deporte y por eso había tantos niños huérfanos. Pero Derick puso reglas para estas prácticas. Solo se podía morder tres niños humanos por pareja y tenía que estar el niño en situación de abandono.
Era el día de san Valentín y Adam no sabía que regalarle a su esposa. Ya le había regalado joyas el día de san Valentín anterior y el anterior y el anterior. Esta vez tenía que pensar en algo diferente porque si no su esposa se quejaría de que siempre le regala lo mismo ¿perfume? no Angélica es rara con los perfumes. Seguro que si le regala un perfume no sería de su agrado. Paso por Bucarest hasta dar con una villa se quedo allí parado en las calles de barro entre las casillas pensando en que podía darle a su esposa.
De repente los chillidos de unos niños lo dispersaron de sus pensamientos. Volteo la vista y vio como unos niños de ocho, seis y cinco años le quitaban un trozo de carne podrida a un niño de dos dejándolo en el suelo. El más grande lo pateo antes de irse corriendo, el niño estaba tirado en el suelo llorando al lado de los botes de basura. Adam abrió los ojos como plato. Se sobresalto al ver una cosa así pues no estaba acostumbrado a presenciar ese tipo de abusos. La compasión lo llevo hasta ese niño lo levanto del suelo.
Era una niña. Él le seco las lágrimas con los dedos mientras la observaba detenidamente. Era rubia como su esposa y tenia rulitos llevaba dos colitas rosas, unos cachetes redondos llenos de tierra se asomaban entre una boquita rosada y unos ojos azules de pupilas hinchadas y unas cejas y pestañas tan claras que parecían transparentes. Adam se enamoró de ella ni bien la vio. El bebe más hermoso del mundo tenía que ser para él. No importaba el hedor que salía de sus cabellos sucios y sus ropas desechas por el uso. Ni el tufo a podrido que emanaban esos tarros de basura tan próximos al bebe.
Adam se encontró petrificado mirando ese bebe que le generaba una inmensa ternura se puso a acariciar su mejilla con un dedo. El bebe hizo puchero y se le llenaron los ojos de lagrimas mostrándole al vampiro su bracito derecho
_ ia – susurro con una voz finita e infantil señalando la herida de raspón que se hizo en la caída
El vampiro tomo el pequeño bracito gordito entre su mano como si se tratara de lo más delicado de este mundo. No era la única herida el bebe estaba lleno de machas violetas que eran hematomas síntomas del descuido que sufría a diario. Miro la herida y miro al bebe
_ ¿Te golpearon tus hermanos pequeñita?
La niña movió la cabeza afirmativamente. Entonces el vampiro sonrió y acercando su bracito a la boca lo beso como se besa a un niño que se lastimo jugando. La niña se tiro a sus brazos toco su pañal del pañal estaba mojado quizás había permanecido mojada hacia días su cuerpito era tan pequeño y delicado. Adam se conmovió ante un ser tan indefenso llenándose los ojos de lagrimas. Esa niña había robado su corazón tenía que ser su hija.
_ ¿Vives allí bebe? – dijo con la voz quebrada señalando una casucha mal hecha de maderas viejas rodeada de barro y con perros flacos
La niña respondió moviendo la cabeza
_ Mmm… – el vampiro tomo su manita apoyando su frente contra la frente de ella. Desde ahí podía sentir el hedor a tierra y humedad de su pelo opaco y se imagino a su esposa bañando a la pequeña. Se la imagino llenándola de los vestiditos más lindos de todos. Se imagino a su esposa acostada con ella en la cama contándole un cuento. Se la imagino con un vestido de princesa corriendo a sus brazos y llamándolo papa y se le lleno la boca de baba – debes tener hambre y estar muy cansada… ¿quieres ser mi hijita? –esta última pregunta se la dijo por inercia sabia que el bebe no podía responder a esa pregunta. Pero igual lo miraba confundido aflojando la boquita- te voy a cuidar y mimar mucho bebe. Nunca más te va a faltar nada y lo mejor de todo es que tengo una hermosa mama para ti que te amara y cuidara un montón.
Ella sonrió como si entendiera lo que le había dicho Adam. El la abrazo acercándose a su pequeño cuello, lo mordió con cuidado de no rompérselo pues era un cuello muy chiquito. La niña dio un pequeño chillido antes de caer desmayada en sus brazos.
Cuando volvió a su hogar en el ala oeste del palacio puso a la niña desmayada en los brazos de su esposa y le dijo:
_ Feliz día de san Valentín mi amor. Te traje una hija para que criemos juntos. Acuéstala en la cama hasta que despierte. Mírala es hermosa como tu ¿cómo quieres llamarla?
Los ojos de la vampiresa se le llenaron de lágrimas cuando vio a la niña tan pequeñita dormida entre sus brazos. Tan delicada y frágil. Era solamente de ella. Así la sentía tan suya. Como si siempre hubiera sido suya y ahora la tenía entre sus brazos como si la hubiera parido. Acerco su cara a la de ella besándolo enjuagaba sus lagrimas de emoción en su carita mientras murmuraba: “mía, mía”
Angélica beso y abrazo a su marido con la niña entre medio. Definitivamente era el mejor regalo de san Valentín de todos
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