Primer pensamiento:

Mire por la ventana que mantenía el sol, simplemente escuche el vació que había en mi oficina, pues ya nadie quedaba, solo yo.

Pobre infeliz de mi que tengo que trabajar día y noche para mantenerme en este mundo donde todo se exige.

¿Acaso es mi castigo estar atado a este asiento desde que el sol se abre al mundo hasta que cae?. A veces me pregunto si algún día seré recompensado por todo lo que he hecho, bueno y malo por mi empresa, simplemente le entrego mi alma hasta mi mas mínima gota de sudor, esforzándome para simplemente ganarme un salario sin que nadie me recompense, ni me felicite, simplemente un lugar mas….

Sentir es bueno, pero a veces cansa de vivir lo mismo todos los días, entregar hasta el alma para que nadie simplemente piense en ti.
Es verdad que hay amigos en la oficina, es verdad que saludan, pero ellos no sufren, ellos no lo dan todo y a veces simplemente son recompensados con mas.
Hay veces que no entiendo como funciona este mundo, ser un simple hombre en una oficina trabajando mas de 8 horas para ganar simplemente un dinero, ni si quiera para gustos, simplemente para pagar las deudas e impuestos que el mundo me exige.

Mi moral es mantenida por mi familia, por ellos lo doy todo, todos los días, pero hay veces que te cansa no ser recompensado, ver como todos avanzan y tu simplemente te quedas ahí en ese piso, que quizás no signifique nada para alguno de mis otros compañeros, simplemente es un trabajo estable para ellos, no desean nada, solo se sienten a gusto ocupando un lugar insignificante. Pero, ¡¡¿Que hay de mi?!!, quiero progresar, no me quiero estancar en el séptimo piso, quiero llegar a la cima y poder darme lujos, darle una vida mejor a mi familia, poder pagar mis deudas y dejar de ser infeliz en esta vida…

Me acuerdo cuando era un chico sin sueños que solo intentaba subsistir en esta vida, sin deseos ni aspiraciones, solo quería vivir el momento y ahora logro entender lo que mis padres me advertían, cambie estudio por farra, cambie una buena vida por un séptimo piso.

El despertar:

Hoy me desperté después de un terrible sueño, por suerte estaba mi mujer a mi lado, solo pude pensar que era una pesadilla.
Me acerque hacia la cocina y abrí la nevera, vi que no estaba llena pero tampoco vacía, me sorprendí al no sentirme decepcionado esta vez, seguí caminando por la sala hasta la mesa donde había un pequeño desayuno, para mi, mi esposa y mis dos hijas.

Las mire y me recordé a mi mismo de joven cuando simplemente quería vivir y disfrutar sin pensar en el mañana, y a costo de eso he yo aquí un pobre diablo que su trabajo es simplemente ser un oficinista.

Les hable intentando incentivarlas en el estudio, pero de ahí a que atención me dieran es muy distinto.
Agarre mis cosas, las deje sobre el sofá y me fui a vestir, luego salí al trabajo.

No demore mas de 15 minutos en llegar, por suerte ya para las 7 de la mañana estaba allí, preparado para todo un día nuevo, dando mi alma entera, dedicando hasta mi ultimo suspiro en el trabajo…

No pasaban de las 8 de la mañana cuando me mandaron llamar, fui a la oficina de mi jefe un poco desalentado, seguramente quería algún informe…

Apariencias:

Mi vida había cambiado de aquí a medio año, las preocupaciones se habían ido, me habían ascendido ya 2 veces en poco tiempo, pienso que se acordaron de mi.
Me sentí escuchado, de simplemente ver mi nevera llena y los lujos que nos podíamos dar de ahora en adelante.

Ya tenia oficina propia en el noveno piso, ni me estresaba tanto, simplemente tenia que fijarme que todos hicieran bien su trabajo y algún que otro informe, ya casi ni me esforzaba y en verdad no aspiraba a mas, si me estancaba en verdad me daba lo mismo, hasta aquel momento, nunca olvidare ese día que salí a la calle.

Vi a un ex-compañero de trabajo del cual yo me había encargado de despedir, era una amenaza latente contra mi, era mas capaz e incluso vi como mis superiores lo miraban con buenos ojos, tenia que mantenerme en mi lugar de trabajo, tenia que sostenerme en ese puesto, no dejaría que nadie me remplazara.
Pero, ¿Acaso yo soy el que decide sobre la vida de los de mas?…

Lo vi pidiendo en la calle con un bebe y su esposa, no me dio ni si quiera el rostro de pasar por donde estaba, estacione y espere a que se fuera, trate de nunca mas pensar en eso, en esa vida que había arruinado pero me era imposible hasta que cerré los ojos y volví a mi casa.

Salude a mi familia, me acosté en mi cama.

El monstruo:

No pude cerrar ni un ojo, me acostaba mirando a un costado, a otro, luego boca abajo y después boca arriba, pero no había manera de enfrentar a mi conciencia.
Me senté en la cama sin despertar a mi mujer y pase mirando a un punto fijo sin si quiera dejar de pensar un momento en lo que había hecho.

Sentí una presencia que nunca había sentido, algo no muy grato que estaba cerca de mi. Mire a mis costados, no había nada, no paso mucho después que empece a escuchar gritos, miraba a todos los costados desesperado mientras mi mujer dormía tranquilamente como si no escuchara nada.

Pense que era un sueño intente pellizcarme a ver si despertaba de esa horrible pesadilla, solo pude pensar en porque a mi me pasaría algo así, nunca había hecho nada muy malo, y lo que había hecho lo hice por mi bien estar, solo afecto a tres personas

Cerre mis ojos y mi conciencia me consumió, termine bajo mi cama solo y muerto, una persona fría para el resto de mi vida…

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