Ella habita el vuelo de una maravilla, vive en una nube que flota en el aire y llama oficina. Él trabaja el suelo que ella nunca pisa, pero del que es dueña porque lo ha heredado de familia antigua. Él siembra simientes con manos cobrizas, con brazos de roble y espalda dolida, esperanza noble por la que le pagan sobra de cenizas.Ella es la patrona, el vende su día, un jornal infame que apenas le alcanza para arrear la vida. Ella lo conoce desde que era niña. Era el hombre fuerte con quien se quedaba en sus fantasías. Pero fue su padre quien dijo de prisa: No se junta el fuego con la pobre brisa. Tu serás la reina y el seguirá siendo sobra de cenizas. Y ahora que está sola y el sol se desliza, murmura un te quiero como una caricia porque al fin comprende que también será sobra de cenizas. Sobra de cenizas que grita te extraño, que corre hacia el viento y que toma su mano. Sobra de cenizas que besa sus labios, sobra de cenizas que dice:-¡Te amo!-
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