Abrí mi ordenador y pude leer ese mail.
«¡Querido amigo!
Estás de suerte 😀 . ¡Tu curriculum es uno de los elegidos para la fase final al puesto de trabajo! ¡Enhorabuena! 😀
Pero tenemos también algunas malas noticias… Tenemos que seleccionar a la persona idónea para este trabajo, así que necesitamos a alguien que esté tan loco como nosotros y pueda llevar a cabo todas estas geniales chorradas que se nos pasan por la cabeza 😀 . Para ello nos gustaría que hicieses una prueba teórico-lúdica.
Principalmente, queremos saber como funciona tu mente: mándanos algo que hayas creado tú, da igual si es un poema, un texto o un comentario del tele-texto. Queremos saber como te desenvuelves en el mundo de la escritura 😉
Además, ¿has visto nuestra página web? ¿No? ¡Pues corre, hazlo! 😀
Una vez la veas, nos gustaría que creases una campaña publicitaria para alguno de nuestros productos: desarrolla una estrategia de marketing acompañada de algún diseño o ilustración creada por ti.
Por cierto, ¿cómo vas de AdWords? Porque estaría genial si nos dijeses cual sería la mejor campaña de AdWords para nuestros productos. Todo justificado de manera clara y simple, como si se lo contases a alguien que no supiese nada del tema 😉
De paso, si te apetece, nos gustaría recibir una crítica constructiva sobre nuestra página web, ¿qué te parece? ¿Qué cambiarías? ¿Por qué? ¡No te cortes, danos caña! 😀
¡Ah! Me olvidaba… Vamos a darle emoción al asunto… ¿Cómo te quedas si te digo que tienes una semana para entregar todo esto? Seguro que sin problema, a una mente despierta y creativa como la tuya le sobrarán 6 días, seguro 😀
Sobre todo, no desesperes, si hay algo de todo esto que no se te da bien del todo, envíanoslo igualmente sin problema. Valoramos todo el esfuerzo que puedas hacer sin importar el resultado. Ya sabemos que eres una persona motivada y con ganas de aprender (como nosotros 😀 ), por eso creemos que encajarás de maravilla aquí.
¡¡Mucho ánimo!!”
Para aquellos que (afortunadamente) no estéis muy acostumbrados a recibir este tipo de emails cuando optáis a un puesto de trabajo, probablemente no podáis ver exactamente lo que realmente están diciendo. Yo podría resumirlo muy rápidamente, y de una manera mucho más corta, clara y concisa:
“Hola, candidato del cual no he leído ni el nombre.
Esto es sólo una pequeña bofetada de introducción al mundo moderno.
Verás, queremos que hagas nuestro trabajo, ya que nosotros somos unos completos inútiles a los que se le han acabado las ideas (aunque quizás nunca las hayamos tenido). Seguramente tú las tengas nuevas y mejores, pero no te vas a dar cuenta ya que estamos intentando hacerte creer que te valoraremos porque somos más listos 😉
Además hazlo rápido, porque nuestros jefes quieren resultados y nuestra incapacidad nos impide proporcionárselos. Y explícanoslo clarito, porque nos cuesta entender 😉
¿Mencionamos ya que no tenemos ideas? Porque, además, tampoco tenemos dinero para pagarte por este trabajo… Bueno, sí tenemos, pero está destinado a engordar nuestras nóminas para sentirnos más importantes que gente como tú.
Ánimo, quizás puedas estar algún día en una posición como la nuestra”
Este buenrollismo que se estila en la mayoría de las empresas actuales es vomitivo.
La estrategia es buena, a veces funciona con gente estúpida… Y yo soy uno de ellos.
Envié la prueba.
Para buscarles las cosquillas (ya que me estaban penetrando analmente y yo lo estaba consintiendo) no hice nada hasta que faltaban dos días. Lo cual hizo que me mandasen un mail dándome ánimos y diciéndome que aún me quedaba tiempo.
Finalmente acabé el trabajo y lo envié.
Y esperé.
Esperé una semana.
Esperé dos.
Y luego tres.
Al cabo de un mes decidí escribirles:
“:D 😀 😀 😀 Estimados súper amiguísimos de la empresa que me ha contactado sin molestarse en escribir mi nombre en el mail, ¿qué tal estáis?
Seguro que tenéis un montón de cosas que hacer. Lo digo porque hace un mes que os he enviado el trabajo que me pedisteis…
¿Os cuento algo? Generalmente yo también tengo bastantes cosas que hacer, y así era cuando recibí vuestro mail, pero, creo que porque soy una persona educada, además de tremendamente gilipollas, hice todo lo que estuvo en mi mano para cumplir los plazos impuestos por vosotros. Era de esperar, al menos, que hubieseis tenido la decencia de dar lo que solicitáis, temporalmente hablando 😉 😉 😉
Pero al caso. Lo que quiero deciros es que podéis meteros este puesto de trabajo por el culo, o quizás contratar a algún tipo de pelele que esté dispuesto a agradecer las sobras que lanzáis a la gente que contactáis; gente sin decencia ni amor propio (este tipo de gente encajaría perfectamente en vuestra empresa 😉 ).
¿Os he dicho ya que os vayáis a la mierda? Sí, con otras palabras, pero no estaba seguro de que lo entendieseis… 😉 . ¡Ah! Me olvidada: acabo de volver del registro de propiedad intelectual para inscribir el boceto de trabajo que os envié. Huelga decir que si observo alguna idea similar en vuestra página web o algo que se le parezca, finalmente nos conoceremos en persona, pero delante de un juez 😀
Además, y ya que no os había contactado antes, deciros que me ha conmovido el mail predeterminado que me enviasteis; cuando lo copié y pegué en otro sitio, automáticamente vi que la tipografía era distinta en determinadas partes, pero supongo que una empresa tan cojonuda como la vuestra ya sabe estas cosas… ¿No lo sabíais? Bueno, pues este consejo sí que no lo he inscrito en el registro de propiedad intelectual: Os lo regalo 😉
Atentamente, vuestro “amigo” 😉 ”
Nunca tuve ni puta idea de dónde era ni cómo se hacen las cosas en el registro de propiedad intelectual. Y realmente creo que el trabajo nunca me importó una mierda. De hecho, lo que quizás más me importe de toda esta historia es poder contarla.
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