El correo y la mesa dos elementos muy de mi familia

El correo y la mesa dos elementos muy de mi familia

Montse Vila Pla

04/01/2016

Hola me llamo Miguel y desde siempre me ha gustado sentarme en el poyete de la puerta de mi casa a observar las cosas que sucede en la calle.

En mi infancia vivíamos en una planta baja amplia, también vivían  con nosotros mis abuelos con los que compartía la afición de observar. Mi abuela sacaba la silla a la calle  y desde el silencio no perdía detalle de todo lo que sucedía a nuestro alrededor, mi abuelo se sentaba en el poyete, observaba pero también comentaba, creo que de ellos heredé mi afición aunque nunca lo llegamos a hablar.

Desde bien pequeño me podía pasar horas sentado, observando a las personas como pasaban por la calle, las miraba como iban vestidas, que cara hacían, que llevaban en sus manos y jugaba a imaginar donde irían, como se sentirían, que iban hacer…

-Seguro que Manolo hoy esta enfadado con Francisquito alguna le habrá hecho de las suyas porque por la cara que lleva.

– Mercedes hoy tiene una cita porque desprende un olor maravilloso y va muy bonita.

Y así  con todo el mundo que pasaba.

Pero una de las personas que más me llamaba la atención era el Cartero. Me encantaba mirar como depositaba las cartas en el buzón de cada casa. ¿Qué tipo de carta estaría dejando en casa de Antonio? ¿Y a Pilar que carta le habría llegado?

El cartero siempre traia cartas para la familia.

Fui creciendo y seguía con la misma idea en la cabeza, el tipo de cartas que llegan a cada casa.

Como gran observador veía que unas cartas gustaban más que otras y con el tiempo las fui clasificando.

En primer lugar están las cartas de sugerencia que son las que nos incitan a que compremos cosas, que revisemos nuestro auto, que nos revisemos la vista…

Las segundas las llamaba Las cartas de las felicitaciones, éstas, son las que se encargan de felicitar los momentos importantes como los cumpleaños y fechas destacadas como la navidad.

Y por último las cartas protesta, son aquellas que cuando llegan mis mayores solo hacen que protestar porque dicen que solo piden que dinero.

Así empezó mi clasificación de las cartas.

Otro elemento importante para mí familia es la mesa.

No solo se come en la mesa también se conversa, se discute, se comparte, se observa…

Muchas de las cosas que comentábamos cuando estábamos en la mesa eran esas cartas que habíamos recibido. Compartíamos su contenido y nos servían para tener temas de conversación.

Fui creciendo y forme mi propia familia. Me sigue gustando sentarme a observar pero no tengo el mismo tiempo y además vivimos en un piso, en el mismo pueblo, pero en un piso. He tenido que cambiar el poyete del portal por un banco que tenemos frente a nuestra casa, no está mal pero no es lo mismo. Algo que no ha cambiado es cuando veo al cartero. Es inevitable que me saque una sonrisa y siga pensando que tipo de carta llevara a esa casa en donde está.

Hoy desafortunadamente el correo a cambiado hemos pasado a otro tipo de comunicación aunque todavía nos quedan las tres modalidades de cartas y la que más abunda es la que tanto enfadaba a mis mayores. Las de tipo protesta.

Otra cosa que ha cambiado son las sesiones largas en la mesa ya que no tenemos tanto tiempo o nos organizamos de otra forma o la vida que nos lleva con otro ritmo o…

El caso es que pensando y observando me vino a la cabeza que en mi familia teníamos que reinventarnos. Puesto que la vida ha cambiado y tenemos que aceptarlo, en lugar de quejarnos, vamos a buscar soluciones que nos permitan estar unidos y comunicarnos.

Así empezó nuestro buzón familiar. Cogimos una caja de pañuelos de papel la decoramos y eso paso a ser nuestro buzón de comunicación.

Un buzón que nos sirve para poner nuestras protestas, nuestras sugerencias y nuestras felicitaciones.

Eso lo que nos ha ayudado es buscar un tiempo para dedicarnos a estar todos juntos, a poder hablar y solucionar las cosas con calma y a que las felicitaciones se disfrutan e integran más.

Solemos hacerlo los domingos por la mañana, mientras desayunamos vamos sacando los papelitos de la caja, las comentamos, las solucionamos, las discutimos, las debatimos, las lloramos y las reímos.

Es importante regalarnos tiempo, regalarnos ideas que nos unan y que sirvan para comunicarnos de una forma cercana.

¿Ahora entendéis porque decía que el correo y la mesa eran dos elementos muy de mi familia?

Fin

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